ATE desconoce el liderazgo de Micheli y hay peligro de quiebre en la CTA Autónoma

ATE desconoce el liderazgo de Micheli y hay peligro de quiebre en la CTA Autónoma

El gremio estatal encabeza la ofensiva contra el secretario general, cuestionado desde que perdió en la seccional Capital Federal. La denuncia por el supuesto mal manejo de fondos calentó la disputa. “Pablo está aislado”, aseguran. Desde el entorno del secretario general niegan que vaya a dar un paso al costado y contraatacan: “es una mentira, los que están sucios son ellos”.

Por Diego Lanese

Apenas unos días después de las elecciones generales de ATE de septiembre del año pasado, Pablo Micheli reunió a la conducción de la CTA Autónoma y ofreció su renuncia. Si bien la lista oficialista había logrado el triunfo, se perdió la seccional Capital Federal, bastión del propio Micheli, y el avance de la oposición se hizo notar. fue un encuentro tenso, donde se decidió firmar la paz para evitar un posible quiebre. Menos de un mes después, aquellas heridas no cierran, todo lo contrario. Por estas horas, entre acusaciones cruzadas, la central vive una interna al rojo vivo, y nadie sabe cómo terminará. La conducción de Micheli está cuestionada por la dirigencia estatal, columna vertebral del espacio, que lo acusa de mal manejo de fondos. Pero no todos están convencidos de avanzar con el movimiento que derroque al actual secretario general, por lo que se vive una pelea feroz por el control de gremios y espacios que conforman la CTA. Por lo pronto, Micheli perdió el apoyo de su número dos, pero en su entorno sostienen que se mantendrá en su cargo, y rechazan las acusaciones.

La ofensiva contra el liderazgo de Micheli comenzó luego de los comicios, cuando se cristalizó la pelea con Víctor de Gennaro. Ambos espacios fueron separados en las elecciones  porteñas, permitiéndole ganar a Daniel Catalano, de la lista Verde y Blanca, espacio referenciado con Hugo Yasky. El enfrentamiento había comenzado cuando Micheli fue tentado a ser parte de la lista de Progresistas para las PASO 2015, cuando gran parte de la dirigencia gremial de la CTA Autónoma estaba trabajando para el frente Podemos, que impulsó la candidatura presidencial de De Gennaro.

“Micheli se quiso cortar sólo, cuando el GEN le ofreció primero ser candidato a diputado, después a encabezar lista del Parlasur y hasta a ser compañero de fórmula de (Margarita) Stolbizer”, le dijo una fuente sindical a Política del Sur. “Para Víctor fue una traición”, agregó.

Las elecciones fueron un punto de inflexión, y en el entorno de Hugo “cachorro” Godoy, líder de ATE y por entonces candidato de la lista Verde-Anusete hablaron de “no ponerle el cuerpo al momento. “Trabajó para la contra”, graficaron en todo directo.

Cuando Micheli ofreció la renuncia, los dirigentes que estaban en contra de su liderazgo no lograron unificar criterios, y el secretario Adjunto Ricardo Peidro se mantuvo de alguna manera neutral. Prefirieron intentar arreglar las cosas puertas adentro.   Pero al poco tiempo, una serie de medidas polémicas, como el corrimiento de Horacio Meguira como director del Departamento Jurídico y del Observatorio del Derecho Social de la Central, profundizaron las diferencias, que hoy se vuelven insostenibles.

Números que no cierran

Este año, un grupo de dirigentes comenzó a reunirse y a cuestionar las decisiones de Micheli, que desde la secretaria general centralizó más las decisiones de la central. Pero esto le valió dentro de ATE su figura se fuera desgastando, y perdiera apoyo de la dirigencia, que es la columna vertebras de su CTA. “Hoy Pablo está aislado, sin respaldo concreto de dirigentes de base ni seccionales. No sólo ATE cuestiona su conducción, sino la mayoría de los gremios y organizaciones que forman la central”, remarcó un integrante del gremio estatal en estricto off. En paralelo, Peidro comenzó a reunir a la dirigencia “disidente”.  Así, el tándem que forman con Godoy reunió en la sede de AAPM a buena parte del secretariado general, donde se elaboró un duro documento titulado Un presente de lucha, debate y unidad en clave de liberación, donde acusó directamente a Micheli de tener “prácticas autoritarias”, y le cuestionó el acercamiento con Hugo Yasky. “De la noche a la mañana y sin consenso interno, se unge a Yasky como aliado privilegiado y estratégico”, se queja el documento, al que tuvo acceso Política del Sur. Entre otras cosas, se acusa a Micheli de armar “una estructura de prensa paralela”, y de haber marchado el 3 de junio con la CTA de los Trabajadores sin consenso del resto de la dirigencia.

Pero el momento de mayor tensión fue una periodística que apareció en la agencia Télam, donde se acusó a Micheli de no haber declarado cuatro millones de pesos de la agencia. Esto incluye el rechazo de la Memoria y Balance del 2015 presentado recientemente. “La CTA tuvo un período de ilegalidad e informalidad, durante el cual el manejo de los fondos era discrecional”, destacó la nota, que apunta al manejo de los fondos de 2010 a 2014.

Desde el entorno de Micheli salieron a desmentir las denuncias, y a asegurar que “es una infamia absoluta”. “Las denuncias fueron realizadas de forma anónima, a un medio de comunicación. En la justicia no hay nada, es más bien al revés, los sospechados son ellos”, le dijo a Política del Sur una fuente cercana al dirigente. La versión se refiere a una segunda denuncia que involucra al sector, que se hizo al poco tiempo de conocida la primera, que involucra a Godoy, por un supuesto desmanejo en los fondos que deben enviar a las seccionales provincialas. La misma la hizo el secretario general de ATE Neuquén Carlos Quintriqueo, y le apuntó a Godoy, su segundo Julio Fuentes y al titular del área administrativa y de manejo de recursos, Eduardo De Gennaro, hermano de Víctor.

Desde ATE Nación se despegaron de la situación. “Es parte de la interna, un intento por tapar sus propios negociados”, agregaron. Para las fuentes consultadas, la denuncia “busca desgastar la figura de ‘cachorro’, justo en momentos que se pone al frente él y el gremio de la lucha contra los despidos y el ajuste”.

Peligro de ruptura

Ante esta disputa, el clasismo de ATE y la CTA, que viene empujando desde diversos sectores, acusan a ambos sectores de buscar la ruptura, y “repartirse los pedazos entre ellos”. Los sectores vinculados a la izquierda vienen experimentando un avance en varias zonas del país. Alrededor de la lista Marrón, tienen varias juntas internas, y son oficialismo en la provincia de Mendoza. Además, tienen una fuerte impronta en la región, ya que son desde hace años conducción de ATE Sur (Lomas de Zamora) y la seccional Almirante Brown (que abarca además Presidente Perón y San Vicente).

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