Desde el sindicato de trabajadores ferroviarios franceses, manifestó un “ataque gubernamental sin precedentes en el servicio público ferroviario” y acusan al gobierno de Macron de “querer entregar, a los apetitos del privado, el sistema ferroviario”. Además, arguyeron: “La deuda del sistema ferroviario francés asciende a 50 mil millones para 29 mil kilómetros de vía”. La medida de fuerza es de dos días por semana durante tres meses, sin interrumpir por completo el servicio.

La CATT, por su parte, se solidarizó con los trabajadores a través de un comunicado: “En los lazos de hermandad que nos unen globalmente como trabajadores de la actividad reciban nuestro apoyo al camino de lucha emprendido en defensa de las conquistas laborales de los trabajadores del transporte francés”. En el mismo, se amplió que el conflicto no solo es un avance contra el sector por parte del presidente Macron, sino que “implica un avance de posturas neoliberales y de ajuste para todo el colectivo laboral de la nación francesa”. El intento del oficialismo por convertir a SNCF en una sociedad anónima “busca cercenar derechos jubilatorios de futuros empleados, su estabilidad laboral y sus aumentos salariales”, concluyó el comunicado firmado por Juan Carlos Schmid, Omar Maturano y Juan Pablo Brey.

Por otro lado, la Regional Américas de ITF, con sede en Río de Janeiro, también se mostró a favor de la huelga: “A través de nuestros sindicatos miembros de Argentina, México, Colombia, Venezuela y Brasil, manifestamos nuestro apoyo al camino emprendido por nuestros compañeros del transporte francés”, indicó a NotitransAntonio Rodríguez Fritz.

Desde el Gobierno europeo argumentaron que la empresa pública tiene “una enorme deuda” Y que hay una necesidad de “prepararla para la próxima apertura a la competencia y sus importantes costes”. Además, a través del portavoz oficial Benjamin Griveaux, se aseguró que hacer circular un tren en Francia “cuesta un 30 por ciento más que en otras partes”.