El grupo de gremios del MASA (Movimiento de Acción Sindical Argentino) que lidera el taxista Omar Viviani y los que responden al ruralista Gerónimo Venegas, ambos alejados de la CGT unificada, pusieron en marcha un acercamiento para relanzar Las 62 Organizaciones Peronistas, el histórico brazo político de la central obrera.

La reactivación de esa institución será la excusa para que los dos sectores comiencen a mostrarse más juntos, a fin de no perder influencia dentro del ámbito sindical luego de haber quedado al margen de la conducción de la reunificada CGT.

Entre ambos grupos juntan casi un centenar de sindicatos, la mayoría de ellos considerados pequeños, aunque contienen un puñado de grandes gremios, como Peones Rurales, Luz y Fuerza, Smata y Unión Ferroviaria.

En declaraciones a NA, fuentes del MASA aclararon que el acercamiento aún está en ciernes y que recién hubo unas pocas conversaciones, una de ellas en un almuerzo que compartieron días atrás en la sede del gremio de Petroleros.

Al mismo tiempo dejaron en claro las "diferencias políticas" que existen entre ambos grupos, en alusión a la cercanía que hay entre Venegas y el presidente Mauricio Macri, mientras que el MASA guarda más distancia con el Gobierno.

Pese a esto, los dos sectores disidentes de la CGT tomaron nota de la necesidad de armar algo juntos para que su influencia no se licue frente a una central unificada que recibió el reconocimiento del Ministerio de Trabajo, más allá de la impugnación que presentó Venegas.

Las 62 Organizaciones Peronistas, actualmente presidida por Venegas, se creó en la década del cincuenta como espacio político para los gremios cegetistas pero comenzó a perder injerencia a finales de la década de los ochenta, cuando la renovación peronista desplazó al gremialismo de los principales lugares de poder dentro del Partido Justicialista.