Sindicatos celebraron la llegada de Triaca, hombre clave del macrismo

Sindicatos celebraron la llegada de Triaca, hombre clave del macrismo

 Los sindicatos tradicionales respiraron ayer aliviados al confirmarse que el diputado Jorge Triaca, un economista que figura en el elenco de los hombres fuertes del PRO en la Cámara de Diputados será el nuevo ministro de Trabajo. Es socio fundador del PRO, acompaña a Mauricio Macri desde sus comienzos en política y fue presidente de la Fundación Pensar, el think tank del nuevo oficialismo nacional.

Para quienes gustan de las explicaciones por contigüidad, Triaca es hijo del fallecido dirigente del gremio plástico y primer ministro de Trabajo de Carlos Menem del mismo nombre. El nombramiento en el cargo de Jorge Tomada fue leído como una señal favorable a los "gordos" de los grandes gremios de servicios y no a Hugo Moyano, que esperaba un ministro afín producto de su cercanía con Macri. La revancha para el camionero podría llegar en los cargos intermedios de Trabajo. 

El nombre de Triaca, de 41 años, cobró fuerza a partir del mediodía y terminó de ratificarse por la tarde. La confirmación fue tomada como un triunfo por los sindicatos peronistas tras la salida de escena del anterior nominado, el empresario cordobés Jorge Lawson, quien había sido vetado por Moyano y otros dirigentes por sus antecedentes como portavoz de Arcor y de otras grandes empresas, en particular en situaciones de conflictos. De hecho, ante la queja del camionero, Macri optó por mantener el casillero de Trabajo vacante en el anuncio del Gabinete completo que hizo el miércolesMarcos Peña

Quienes más celebraron, de todos modos, fueron los "gordos", el grupo de dirigentes veteranos al que pertenecía el padre de Triaca cuando fue llevado por Menem a la cartera laboral para su primer mandato presidencial. De ese núcleo los mayores impulsores del futuro ministro fueron Carlos West Ocampo (Sanidad) y Rodolfo Daer (Alimentación), para quienes Triaca hijo es una suerte de sobrino al que vieron crecer. 

En el ajedrez sindical puede leerse el movimiento como un revés para Moyano, quien daba por sentado que su opinión sería tomada en cuenta por Macri. El camionero hubiese preferido al frente de Trabajo a Ezequiel Sabor, el actual ministro del área en la Capital Federal y su principal interlocutor en la renegociación periódica de los contratos de la recolección de basura en el distrito. 

Una compensación para Moyano puede ser el nombramiento del propio Sabor como secretario de Trabajo, número dos de la cartera y el cargo que por lo general lleva el peso de las principales gestiones del área. En espacios sindicales algunos eran más audaces y planteaban la chance de que el viceministerio fuese para Hugo Antonio Moyano, hijo del jefe de la CGT opositora y abogado laboralista. Cerca de Triaca anoche dijeron que el puesto todavía no estaba definido y que el futuro funcionario se aprestaba a discutirlo mano a mano con Macri. 

En cualquier caso el camionero interpretaba ayer que persiste una deuda del líder de Cambiemos a su favor. Es que otra de las áreas codiciadas es Transporte, en donde el ministro nombrado, Guillermo Dietrich, vetó la posibilidad de sumar a un hombre de confianza del camionero como Guillermo López del Punta

Sólo restaba anoche un espacio para conformar en pleno a Moyano: la Superintendencia de Salud, el organismo encargado de repartir fondos entre las obras sociales sindicales. Sobre ese espacio había consenso gremial (también existía para el caso de un triunfo de Daniel Scioli) para que quedara bajo el control de José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), el mayor conocedor de las obras sociales en la CGT.

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