"No hay debate" expresó Rubén Ramos, el secretario General de los abogados estatales sobre el intento de reforma laboral del Gobierno Nacional. Y agregó: "Sólo sabemos que las reformas estarían centradas en facilitar los despidos, dado que, no nos engañemos, a eso se refiere el eufemismo flexibilización laboral. Ello en un contexto electoral en el que, no por casualidad, descuella el embate contra las organizaciones sindicales".

Claro, indudablemente, el debilitamiento de las entidades gremiales que custodian las relaciones del trabajo y los derechos fundamentales de los trabajadores parece ser funcional al objetivo planteado.

Frente a este panorama, Ramos se sincera y sostiente "el movimiento sindical argentino, con sus luces y sus sombras -justo es admitirlo- siempre ha sido el contrapeso necesario frente a las pretensiones de la contraparte patronal: una relación de fuerza que coloca en claro predominio a esta última frente a los trabajadores y que la representación gremial busca equilibrar en defensa de los intereses de los trabajadores".

En las empresas prefieren eludir el debate sobre cualquier tema relacionado a una supuesta reforma. Eso sí, cada vez que se enciende una luz o ven el destello de un flash no dejan de hacer saber que sus problemas solo tienen que ver con los costos laborales sin hacer referencia a las malas políticas aplicadas por el Gobierno de Mauricio Macri.

Mientras tanto, explica Ramos, "el desempleo es cada vez mayor, cierran comercios y pymes todos los días y la economía atraviesa una de las peores crisis de la historia" y ante ese contexto el gremialista no duda y dispara tajantemente: "planteos como los que se esbozan resultan inaceptables y oportunistas".

El jefe de los abogados del estado finalizó desafiante: "Esta organización gremial, como parte del colectivo de las fuerzas del trabajo, desea expresar su más enérgico rechazo a cualquier campaña, acción o manifestación en detrimento de los derechos de los trabajadores y del movimiento sindical argentino".