Más allá de su alcance, el bono de fin de año es la antesala de la puja salarial 2020

Más allá de su alcance, el bono de fin de año es la antesala de la puja salarial 2020

Expectativa por la oferta a trabajadores estatales

 

La discusión respecto al bono de fin de año se convirtió en la antesala al escenario salarial 2020. Es la coincidencia de especialistas, tanto en economía como en derecho laboral, respecto a lo que dejó entrever el presidente electo Alberto Fernández sobre revitalizar el consumo como medicina anticrisis. El punto de partida incluso es que algún adicional deberá ser otorgado al sector de trabajadores públicos como a los beneficiarios de AUH, entre otros.

En el sector privado los "clásicos y poderosos" gremios de aceiteros y camioneros ya negocian bonos de fin de año en valor de $50.000 para los primeros y $20.000 de base en choferes, como anticipó BAE Negocios hace más de una semana.

Sobre sectores del trabajo derrumbados por el modelo económico actual, el titular de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL), Matías Cremonte, vaticinó que la disputa por los ingresos el año próximo no será sencilla y la discusión sobre si "bono sí o bono no" es una anécdota pero un anticipo. "Fernández y sus economistas consideran necesario un shock redistributivo y la mayoría de las empresas ya plantearon su imposibilidad. Ahora los trabajadores y sus sindicatos saben que la caída del salario real es del 20%, sin mensurar cifras económicas de diciembre". Ese mes debería tomar impulso el "pacto social", léase congelar precios y mejorar sueldos. "Freezzar solo los ingresos sería quedarnos con una parte del problema y no de la solución", remarcó Cremonte.

Otro experto en derecho del Trabajo, el secretario académico de Relaciones Laborales (UBA), Luis Roa, sostuvo que es prioritario considerar que el DNU de septiembre, donde el presidente Mauricio Macri definió el pago de $5.000 a cuenta de futuros aumentos, ya fue "aniquilado" por la suba de precios. "Es importante avanzar con el pacto social para rever la política de ingresos del macrismo que bajó el salario real y congeló la actividad económica".

Sobre ejes similares, Julián Hofele, otro letrado laboral, recomendó no minimizar que "un bono como acuerdo no remunerativo es un paliativo que permite compensar una mínima parte del deterioro salarial, acercando dinero urgente. En un contexto económico político distinto al actual se estaría discutiendo la reapertura de paritarias pero si el bono es la única opción posible es mejor contar con él a no tenerlo". A las puertas del "diálogo social", Hofele realzó que "el mejor ejemplo que puede dar el Estado es reactivar la economía para el crecimiento del trabajo y el poder adquisitivo. Si definiera otorgar un bono a estatales será que pondera que ése fue uno de los sectores que más perjudicados en estos años". También sobre trazos de la futura mesa de diálogo, Federico Cagnani (Universidad Nacional de Avellaneda) validó que cualquier bono o suma extraordinaria es el puntapié inicial de la nueva política salarial. "Hay que inyectar consumo, Y lo ideal es que esas sumas formen parte del pacto social".

"Mantener el juego de devaluación -competitividad, inflacion, nueva devaluación es sellar que no habrá salida-, hay que poner fin a eso y lograr mejoras competitivas con otros instrumentos. Lo cual, por supuesto no significa volver a la locura del 1 a 1", acotó.

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