A 77 años de la gesta histórica que dio nacimiento al Movimiento Popular Peronista, receptamos el legado de su líder y enarbolamos la bandera de la Unidad, Solidaridad y Justicia Social

Escribe Héctor Morcillo, Secretario General de la Federación Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA). Especial para Noticias Gremiales.

Se cumplen 77 años de aquella jornada histórica que marcó el inicio del Movimiento Peronista y un punto de inflexión para la historia de nuestro país. La Jornada de Lucha Popular del 17 de Octubre de 1945, cuyo cuerpo y alma lideró la compañera EVITA, nos marcó el rumbo a quienes tenemos la enorme responsabilidad, a través de nuestras organizaciones gremiales, de defender los derechos laborales y sociales que las y los trabajadores supimos conquistar con producto de nuestra constante lucha por esas reivindicaciones.

Perón inició el camino que, con lucha, sacrificio y compromiso, miles de trabajadores/as seguimos transitando para que la Justicia Social sea una realidad efectiva en una Nación que nos incluya a todos y todas y nos brinde oportunidades de progreso por igual. El 17 de octubre es una fecha que marcó un antes y un después en la historia política y del movimiento obrero organizado de nuestro país. Desde entonces los trabajadores organizados irrumpieron en la vida política del país, bajo la figura señera de Juan Domingo Perón e hicieron suyas las tres banderas justicialistas: la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política.

El Día de la Lealtad no sólo liberó a Perón, detenido en la Isla Martín García por sus opositores, sino que también alumbró la victoria y reivindicación de los sectores populares que emergieron del subsuelo para no abandonar más su necesario protagonismo dando la justa posibilidad del ascenso social por capacidad y esfuerzo de los sectores hasta entonces postergados y subyugados a un modelo oligarquico terrateniente injusto y retrogrado.

Los “cabecitas negra” aliviando sus pies en la fuente de la plaza de Mayo es la imagen de las mayorías postergadas haciendo oir sus voces y justos reclamos.

Desde entonces, los principios y luchas del movimiento obrero se volvieron un modo de vida para los trabajadores, defendiendo cada una de las conquistas obtenidas.

En momentos difíciles que vive nuestro País y especialmente para los trabajadores/as y sectores postergados, resulta imprescindible redoblar los esfuerzos en defensa de sus derechos, fortalecer las instituciones que los protegen y defender el modelo sindical que ha sido la principal herramienta de los trabajadores/as en la construcción de una sociedad más equitativa, justa y solidaria, haciendo realidad la premisa de Juan Perón “LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO”.

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