En 10 años, los nuevos monotributistas duplicaron los nuevos empleos generados en todo el país

En 10 años, los nuevos monotributistas duplicaron los nuevos empleos generados en todo el país

Los datos muestran que el mercado laboral está estancado hace una década, y solo crece esta forma de relación irregular de trabajo. Los monotributistas sociales se multiplicaron por cinco. Una medida puede aportar más irregularidad a este sector.

Entre los puntos que se supone que el gobierno nacional acordó con el FMI, que nunca fueron formalizados pero se saben por versiones, es el fin del monotributo. El paper que circula en los medios sobre la “letra chica” del entendimiento con el organismo asegura que la propuesta es que los monotrobutistas pasen al régimen general, es decir, sean “blanqueados” como responsables inscriptos, lo que tendrá un fuerte impacto en el mercado laboral, porque entre otras cosas aumentará las cargas fiscales que deben pagar. Es que en los últimos años, esta modalidad de trabajo creció muy por encima del promedio, relegando al empleo privado registrado, que hace una década al menos no se incrementa. Así lo marcan los datos de un informe, que resaltan además que la informalidad está a nivel país por encima del 40 por ciento, creciendo en varias provincias a niveles alarmantes.

Lejos de buscar desactivar estas características del mercado laboral, la gestión libertaria parece querer profundizar estas características. En estos días, se conoció un proyecto para eliminar los colegios profesionales y sus matrículas, generando un régimen nacional que permitirá a cualquiera ejercer su profesión u oficio sin control, promoviendo el “emprendedurismo” e incluso la informalidad.

Los datos sobre crecimiento de empleo y de informalidad fueron suministrados por el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL), que marca la tendencia que se viene dando en los últimos 10 años, y que en la gestión de Javier Milei se están acelerando. Según el trabajo, al que tuvo acceso Data Gremial, subrayó que entre 2014 y 2024 “el empleo total creció un 20 por ciento, sumando 3.600.000 de trabajadores”. No obstante, “el empleo privado registrado se mantuvo casi fijo en torno a los 6.200.000 de puestos, mientras que el número de monotributistas creció un 40 por ciento, superando los 2 millones”.

Para IERAL, el crecimiento del trabajo independiente “muchas veces encubre un vínculo laboral encubierto” y advierte que buena parte de los nuevos empleos “se insertan en la informalidad, lo que deja al descubierto la debilidad estructural del mercado de trabajo argentino”. Los últimos datos oficiales confirman esta tendencia. “El empleo asalariado formal mostró un leve repunte en febrero, con la creación de 14 mil nuevos puestos en el sector privado y 1.500 en casas particulares”, según el informe difundido por la Secretaría de Trabajo de la Nación, a cargo de Julio Cordero. Sin embargo, desde la asunción de Javier Milei ya se perdieron 182 mil empleos formales.

El informe del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) detalla que el sector público recortó más de 10 mil empleos, en línea con la política de ajuste impulsada por el gobierno nacional. A esto se suma un crecimiento de 16 mil monotributistas y una caída de 10.400 monotributistas sociales, lo que refleja una migración del empleo asalariado hacia formas más precarias de contratación.

Aunque el gobierno celebra que la tasa de empleo se mantiene en torno al 45 por ciento, los expertos advierten que ese número esconde una realidad preocupante: “el empleo asalariado formal en el sector privado está estancado desde hace más de una década”. Esta situación impacta en los salarios: En marzo, los sueldos del sector privado formal cayeron un 2,5 por ciento en términos reales, según datos oficiales.

Esto contrasta con el informe del INDEC, que había registrado un alza nominal del 3 por ciento para el mismo período. La situación es más crítica entre los trabajadores informales. El INDEC estimó que un 36,1 por ciento de los asalariados no tiene descuento jubilatorio, lo que implica un alto nivel de irregularidad laboral. Por su parte, IERAL eleva esa cifra a un 42 por ciento de informalidad promedio en todo el país.

Reformas y medidas polémicas

Estas características del mercado de trabajo en el país podrían profundizarse si se aprueba la reforma laboral que también está acordada con el FMI, según las versiones. Bajo el argumento de “modernizar el sistema y mejorar los niveles de empleo registrado”, parece estar enfocada a todo lo contrario, ya que medidas como la creación del “trabajador colaborador”, que ya rige en la legislación actual. Los expertos aseguran que la falta de dinamismo del sector privado formal y el aumento de la informalidad generan dudas sobre la viabilidad de esa estrategia. “El mercado laboral argentino parece avanzar por un camino de precarización creciente, con más trabajadores bajo esquemas inestables como el monotributo, menos empleo estatal y salarios que no logran ganarle a la inflación”, dijo el IERAL.

Muchos de estos nuevos monotributistas son profesionales universitarios, que ejercen de manera autónoma y sin relación estable. Por eso sorprendió un proyecto de la diputada nacional oficialista Marcela Pagano, que quiere eliminar los colegios profesionales y sus matrículas, y reemplazarlos por un Registro Nacional que permitirá el ejercicio sin mayores requisitos.

La propuesta fue rápidamente rechazada por colectivos de abogados, farmacéuticos, médicos y otros rubros, que alertaron del impacto en el mercado laboral. “Deja sin control ni auditoria el ejercicio de tareas claves en materia de salud o legales, que pasa a un estado que está siendo desmantelado”, le dijo a Data Gremial fuentes de estos espacios. Además, se terminan las cajas previsionales que garantizan las jubilaciones de estos profesionales. “Manotean los recursos de los futuros pasivos”, dijeron las mismas fuentes.

 

 

 

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Ante esta propuesta, la Confederación General de Profesionales de la República Argentina (CGP), y la Coordinadora de Cajas de Previsión y Seguridad Social para Profesionales de la República Argentina, expresaron su “enfático y unánime rechazo” a la iniciativa. Para las entidades, esta iniciativa de desregulación y la creación de un registro nacional representan "una grave amenaza para las funciones de control y regulación que ejercen los colegios, consejos profesionales, cajas de previsión y federaciones, funciones que trascienden ampliamente la mera matriculación".

Estas entidades desempeñan "un rol esencial en el control del ejercicio profesional, garantizando su ética, el mantenimiento de rigurosos estándares de capacitación y formación continua, y la supervisión del cumplimiento de las normas deontológicas". "El propuesto Registro Nacional, con su enfoque centralizado y limitado, sería incapaz de replicar la capilaridad, el conocimiento específico de cada profesión y jurisdicción, y la capacidad de sanción disciplinaria que actualmente ejercen las instituciones provinciales, poniendo en riesgo la calidad de los servicios profesionales y la protección del interés público", insistieron.

Menos lugares de trabajo

Una de las razones para que el trabajo formal privado esté estancado es que en los últimos tiempos también cayeron los lugares de trabajo. En este sentido, un informe de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo (SRT) confirmó que entre noviembre de 2023 y febrero de 2024 se perdieron 13.111 empleadores: 31 por cada día de gobierno de La Libertad Avanza. La cifra se redujo de 512.357 a 499.246: en el 99,7 por ciento de los casos, se trata de pequeñas y medianas empresas, y sólo 45 grandes firmas (con más de 500 trabajadores). Los rubros más afectados fueron construcción, transporte e industria. Por otro lado, en el mismo período mencionado se redujo 2,23 por ciento la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas, con una pérdida de 219.670 puestos: de 9.857.173 a 9.669.342.

En el análisis de los datos oficiales que realiza el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), se repiten los sectores recién mencionados, pero se le suma una fuerte incidencia de administración pública, defensa y seguridad social. Aquí, en cambio, las empresas de mayor porte sí cobran más peso y representan el 79,4 por ciento de los puestos perdidos, volviendo a demostrar que las pymes no sólo son el mayor empleador del país sino también el más estable. Estos números coinciden con los de caída del consumo, suba del desempleo y un uso de la capacidad instalada que no pareciera aún tocar fondo. Mientras tanto, Javier Milei presenta a su ministro de Economía como “el mejor de la historia” y su gestión como “el milagro argentino”.  

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