Las aulas de la ciudad amanecerán vacías, como parte de una postal que se repetirá en las distintas localidades de la Provincia y de gran parte del país.
Volvió a pasar. Lejos de cerrarse, la grieta de la educación sigue abierta y sobre ella se derrama sal. Hoy, las aulas de la ciudad amanecerán vacías, como parte de una postal que se repetirá en las distintas localidades de la Provincia y de gran parte del país.
Los alumnos, otra vez, en el medio de una disputa a la que ni los gremios ni los dirigentes políticos le hallan cauce. Porque, como ya advirtió este medio, se pasa por alto la discusión central: la imposibilidad de que, para poder subsistir, una maestra o maestro tenga que atender a 70 chicos cotidianamente, divididos en varios cursos, sin el tiempo físico para preparar sus clases o actualizarse para garantizar la comprensión de los estudiantes. A esos docentes, el gobierno les ofrece un aumento con tope del 15% sin cláusula gatillo, con lo que el salario mínimo para el docente de grado que recién se inicia se establecería en $14.375, por debajo de la Canasta Básica, valuada en $17.000.
Los gremios, por su parte, reclaman, al menos, el 20% y la cláusula gatillo por inflación. Ante el desacuerdo reinante, Suteba, Feb y Udocba, entre otros sindicatos, iniciarán desde hoy un paro por 48 horas, que impedirá el normal inicio del ciclo lectivo 2018 en las 16.000 escuelas del territorio bonaerense, aunque el gobierno garantizó que los establecimientos estarán abiertos y habrá servicio de comedor, a la vez que confirmó que se descontarán a los docentes los días de paro que realicen.
La discusión paritaria, que insólitamente se retrasó hasta los últimos días de febrero, fracasó en tres oportunidades: en la última, las autoridades bonaerenses reiteraron el incremento del 15%, a cobrar en tres tramos, pero con una “cláusula de revisión” en octubre próximo, que para los gremios resultó “insuficiente”.
La protesta coincidirá además con una medida dispuesta a nivel nacional por Ctera, en reclamo de la “reapertura de la paritaria nacional”.
Para los gremios, el acatamiento de la medida de fuerza será “alto” e, incluso, anticiparon que podrían volver al paro el jueves, en adhesión al 8M, por el Día Internacional de la Mujer.
Mientras la puja entre gobierno y sindicatos crece, urge una solución que ponga a la educación y a los alumnos en el centro por sobre las mezquindades personales. Ellos son, ni más ni menos, el futuro de una Argentina que necesita atender sus problemas cuanto antes.
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