Por Pablo Maradei

Son tres dirigentes que integraban la opositora Verde y Blanca que disputará los comicios del próximo 18 de octubre con la Celeste y Blanca. Apuntan a una jugada del oficialismo y los empresarios. La disputa es estrictamente local.

Todo estaba encaminado para que la lista opositora Verde y Blanca dispute, en las elecciones del 18 de octubre, la conducción del Sindicato de Choferes, Obreros y Empleados del Transporte Automotor de cargas generales y logística y servicios de Tucumán hasta que dos empresas despidieron a dos trabajadores que figuraban en esa lista. 

Obviamente desde la oposición señalan que tal jugarreta (muy típico del mundillo sindical) salió del oficialismo para voltear su propuesta electoral; algo que finalmente no prosperó porque se pudo hacer el reemplazo de estos candidatos despedidos por otros dos.

De acuerdo a las cartas documentos los desafectados de sus funciones son Ricardo Pérez (figuraba como “vocal titular segundo” que fue despedido con «justa causa» por su «falta de contracción al trabajo») y Enrique Saavedra (figuraba como “delegado congresal Titular Tercero y fue despedido por la empresa Urbano Express Argentina SRL). 

El día de hoy amaneció la distribuidora de Coca Cola en esa provincia con banderas colgadas acusando a los delegados oficialistas, Juan Carlos Acosta Galván y Miguel Quillotay de haber hecho despedir a trabajadores de esa firma. En las banderas los tildan de «caudillos delegados» de César Torres, el actual secretario general que va por su reelección con la lista Celeste y Blanca. 

Saltada la zancadilla, Julio Flores, quien fue parte del oficialismo hasta 2019, competirá bajo el paraguas de la lista Verde y Blanca para destronar a Flores. El padrón tiene alrededor de 5.800 trabajadores y ambas listas responden a la conducción nacional en cabeza de Hugo Moyano.