La accidentada paritaria de Comercio empiezan a dejar saldos adicionales para el gremio mercantil. Además de la pelea (todavía en desarrollo) entre la Federación de Comercio y las Cámaras empresariales, parece haberse agigantado la distancia entre Armando Cavalieri y algunas seccionales.

La cabeza de esa rebelión es el líder matancero Julio Rubén Ledesma, titular del populoso Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines Zona Oeste (SEOCA) y uno de los pesos pesados del conurbano que desde hace tiempo tienen aspiraciones de sumar influencia en la toma de decisiones.

Ayer, como reveló InfoGremiales, Ledesma colmó de volantes el edificio de la Federación calificando de "miserable acuerdo salarial" al entendimiento paritario que Cavalieri todavía batalla por cerrar en sede ministerial. Todo un desafío. Pero no terminó allí.

Es que Mario Migliore, una de las manos derechas de Cavalieri y secretario de Organización de la Federación, fue a cruzar al de La Matanza en las redes sociales y se produjo un choque de alto voltaje que materializó, a la vista de todos, el quiebre.

"Buenas tardes SEOCA Prensa, vuestro secretario general es del Consejo Directivo de FAECyS y en los años que lo conozco siempre igual, doble discurso, tira la piedra y esconde la mano", abrió fuego Migliore. Y siguió: "Todos los miércoles no reunimos y hablamos todos y él no viene desde el inicio de la pandemia diciendo que no puede concurrir. Es importante que no haga como el tero", cerró acusándolo de tener dobles intenciones.

"Los trabajadores de Comercio de Zona Oeste (que no son pocos y Ud lo sabe) tienen contacto fluido y directo con nuestro compañero secretario General. Mutuamente se conocen: sus orígenes, necesidades y urgencias", le respondieron desde la cuenta institucional de prensa de Ledesma. Y cerraron con una chicana: "Nos urge saber cuánto lo conocen a Usted los trabajadores de Comercio Mario Migliore?".

La historia es vieja, pero este capítulo comenzó antes del reinicio formal de las charlas para recomponer los salarios. Ya en aquel momento Ledesma exigió la reapertura de paritarias "por rama dentro de la propia actividad mercantil" y abrió una discusión que Cavalieri nunca quiso dar.

"Es inadmisible que conglomerados empresariales multinacionales, tengan idéntica vara salarial y demás condicionalidades que un mínimo comercio de calzados o venta de ropa", argumentó Ledesma.

El oficialismo se mostró absolutamente impermeable a la posibilidad. Según su visión la materialización del planteo de Ledesma podría consolidar un modelo gremial con trabajadores de primera y de segunda dentro de la misma organización, y una fragmentación del poder de negociación de la entidad.