SINTRAINAGRO no olvida. En noviembre de 1928, más de 30.000 trabajadores de la compañía estadounidense United Fruit Company (hoy Chiquita Brands) permanecían en huelga en la zona bananera del Magdalena, en la región caribe de Colombia.
La empresa ignoró por completo un pliego petitorio que solicitaba celebrar contratos de trabajo, aumento salarial, el pago de los sueldos en dinero y no en vales, y el cierre de los comisariatos en el enclave bananero. Nada más allá que un poco de dignidad.
Ayer “malhechores”, hoy “terroristas”
Como la historia lo registró en innúmeras ocasiones, las grandes huelgas fueron vistas como pésimo ejemplo y reprimidas tenazmente. En aquel entonces, el gobierno conservador de Miguel Abadía Méndez calificó a esos trabajadores como “malhechores e insurrectos”, declarando el estado de sitio y el toque de queda.
El 6 de diciembre de 1928, en la estación de ferrocarril de Ciénaga, donde había reunidos más de 7.000 trabajadores, el ejército colombiano abrió fuego contra los huelguistas. ¿Cuántos trabajadores fueron asesinados? ¿3.500? ¿5.000? ¿Cuántos fueron arrojados al mar?
En la Masacre Bananera de 1928, el imperialismo (cuando no) jugó sus fichas con el propósito de que la compañía estadounidense tuviera el apoyo local ─político y represivo─ para continuar explotando a sus anchas. Como lo hiciera 26 años después en Guatemala, en la invasión y derrocamiento del gobierno popular de Jacobo Árbenz.
La lucha debe continuar
Adela Torres, secretaria general de SINTRAINAGRO, participó de esta nueva conmemoración de un episodio trágico y violento que no debemos olvidar.
En la zona bananera de Urabá se logró avanzar en la conquista de mejores condiciones de vida y trabajo para las familias bananeras, sin embargo, en la mayoría de las fincas en Centroamérica, Panamá y Ecuador, se impone la precarización de labores, los bajos ingresos y la absoluta falta de libertad sindical.
Si olvidamos lo sucedido en Magdalena en 1928, la masacre seguirá disparando sobre la lucha del movimiento obrero por un mundo con justicia, democracia y dignidad.
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