Crisis, despidos y suspensiones en las radios del dueño de Garbarino

Crisis, despidos y suspensiones en las radios del dueño de Garbarino

Cuatro gremios de la comunicación rechazaron los despidos y suspensiones anunciados en Radio Continental y el resto del Grupo Prisa. La empresa fue adquirida hace algunos meses por Carlos Rosales, el exótico nuevo dueño de Garbarino.

Los dirigentes de cuatro gremios de la comunicación (Aatrac, SAL, Sutep y Utpba) rechazaron «los anuncios de despidos y suspensiones» en Radio Continental AM 590 y FM 105.5 –Los 40-, Urbana Play FM 104,3 y varias emisoras del interior por razones «estructurales» y declararon el estado de alerta y asamblea permanente.

Un documento de las cuatro organizaciones sostuvo que tras el último encuentro con las nuevas autoridades de la emisora «se anunciaron inminentes suspensiones como paso previo e inicial de despidos y decisiones estructurales».

Los gremios rechazaron la determinación patronal y ratificaron su compromiso «en defensa de la totalidad de los puestos de trabajo y la vigencia de los convenios colectivos».

«Es un atropello y una irresponsabilidad que a pocos meses de haber asumido la conducción de la emisora el grupo empresario liderado por Carlos Rosales (Garbarino), quien adquirió el paquete accionario a Prisa, solo contribuya a aumentar la zozobra e incertidumbre de los trabajadores de la radio y de sus familias», afirmaron.

Los sindicatos denunciaron «el incumplimiento de las obligaciones con la seguridad social (aportes y contribuciones) y la Aseguradora de Riesgos del Trabajo (ART), entre otras», y exigieron «el acatamiento de los protocolos sanitarios vigentes por la grave Covid-19».

La actividad fue considerada «esencial» al comienzo de la pandemia de coronavirus y «nunca dejó de emitir en el caso de Radio Continental», pero «los patrones gozaron de los ATP, créditos subsidiados a tasa cero y otras contribuciones del Estado», remarcaron.

«El plantel de administrativos, operadores, técnicos, locutores, periodistas y productores es justificado y no es posible producir despidos y suspensiones para ‘sanear’ la economía de una empresa cuyos patrones aseguran que es deficitaria. Lo que se persigue es la absoluta precariedad laboral y profesional de lo que quede de personal», puntualizaron.

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