Desempleo juvenil: Cuáles son las dificultades que afrontan quienes buscan su primer trabajo

Desempleo juvenil: Cuáles son las dificultades que afrontan quienes buscan su primer trabajo

De acuerdo a un informe de Adecco Argentina, más de un 80% señaló el pedido de experiencia previa como el mayor problema. Qué dicen las empresas sobre el tema.

La falta de trabajo es uno de los mayores problemas en nuestro país. Pero esto se nota principalmente entre quienes buscan comenzar a insertarse en el mundo laboral: la tasa del desempleo juvenil duplica a la media nacional y, además, se trata del grupo con mayor informalidad.

Para poder entender y sacar conclusiones sobre este fenómeno, la empresa de consultoría Adecco Argentina realizó un informe junto a Cimientos, una organización sin fines de lucro que trabaja junto a jóvenes de contextos vulnerables a favor de la equidad educativa. Así, se relevaron un total de 172 empresas, con 184 jóvenes de entre 18 y 24 años.

El objetivo inicial era reflejar la percepción de los jóvenes sobre las dificultades que deben sortear para conseguir empleos formales de calidad y, al mismo tiempo, contraponerlo con la postura de las empresas sobre ellos.

El primer dato sorpresivo que se obtuvo fue que el 46% de las empresas asegura tener dificultad para encontrar perfiles jóvenes. Aunque hay que señalar que la mitad de ese total reconoció no contar con programas para fomentar el primer empleo, que podría ser una solución a ese problema.

Mientras tanto, un 83,2% de los jóvenes consultados planteó que la principal dificultad a la hora de buscar el primer trabajo es, paradójicamente, el requisito de la experiencia previa.

Otra razones que provocan el desempleo juvenil

A esta complicación se suman la incompatibilidad horaria con los estudios: según un 52,2% es muy difícil encontrar un puesto que les permita seguir cursando y estudiando con normalidad. La falta de oportunidades en trabajos formales también genera cierta incomodidad en los jóvenes, con un 47,8% que lo plantea como un tema a considerar.

Desde la óptica de las empresas, la respuesta a este reclamo se divide en tres aristas: la falta de preparación, falta de compromiso (a lo que denominaron «falta de cultura del trabajo») y el desacople de expectativas entre lo que las empresas ofrecen y los jóvenes pretenden.

En este aspecto, los empresarios señalaron por ejemplo cuestiones como «les falta estar dispuestos a trabajar 45 horas semanales en un empleo de tiempo completo»; «cuentan con muchas condiciones previas»; o «tienden a cambiar rápidamente de empleos porque se cansan, se aburren o agotan».

Los jóvenes se dividieron en tres grupos: los que no habían trabajado ni buscado trabajo durante la última semana, los que habían estado en búsqueda, y los que habían trabajado.

En relación a los jóvenes que no trabajaban ni buscaban trabajo, se indagó sobre el porqué y la mayoría manifestó dedicar todo su tiempo a estudiar. En menor medida surgieron también otras respuestas del tipo «lo considero muy difícil, me desanima» y «las condiciones laborales no se adecúan a mis necesidades».

Por cuánto tiempo buscaron trabajo

Según lo relevado, la búsqueda laboral se había extendido en la mayor parte de los casos entre dos o tres meses (37,1%) y el nivel de optimismo de los jóvenes ante esa situación era relativo: el 46,8% se consideró «un poco optimista», mientras que el 38,7% apreció que era «bastante optimista», siendo ambas las opciones intermedias ofrecidas.

La situación, está claro, dista mucho de ser positiva. Pero lo peor de todo es que las perspectivas tampoco son buenas, ya que uno de cada dos jóvenes no terminó la educación secundaria en tiempo y forma, lo que atenta directamente contra sus posibilidades.

«Es importante que los jóvenes puedan crecer en habilidades que mejoren su empleabilidad y que las empresas los acompañen en el proceso apostando a su formación y recordando que todos alguna vez arrancamos de cero», señaló Alexanda Manera, directora de Recursos Humanos de Adecco Argentina.

Y concluyó planteando que «una forma de fomentar la inclusión es mediante los programas para las primeras experiencias. También se pueden crear comunidades virtuales, en las cuales se puedan establecer conexiones a través del networking».

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