La conducción encabezada por el triunvirato resolvió evitar movilizaciones o actos multitudinarios, una decisión que contrastó con la tradición de la fecha.
Lejos de los actos masivos que marcaron la historia del movimiento obrero, la CGT eligió este año conmemorar el Día de la Lealtad con una propuesta artística y tecnológica que expuso las grietas dentro de la central. Mientras la mesa chica impulsa un “mapping” y actividades culturales bajo la consigna de la “semana de la lealtad”, los sectores opositores denunciaron que la celebración “es parte de una campaña interna” y advirtieron que ellos “no tienen miedo de salir a la calle y que les roben el atril”.
El cronograma incluyó intervenciones artísticas en estaciones como Constitución y Once, con shows de música urbana, danzas folclóricas y expresiones culturales alusivas a la lealtad. El cierre será el jueves 16 de octubre, con un espectáculo de mapping en Independencia y Azopardo, frente a la sede de la central, donde también se sumarán obras teatrales, música y proyecciones.
El evento, sin embargo, profundizó las tensiones internas. Desde el Frente por la Soberanía, el Trabajo y el Salario —espacio que busca reemplazar al actual triunvirato por una conducción unificada— calificaron la iniciativa como “un acto de campaña de Jorge Sola”. “Nosotros no tenemos miedo de salir a la calle y que la gente nos pida que pongamos la fecha o nos roben el atril”, expresaron, en alusión al histórico episodio de 2017, cuando distintos sectores se disputaron la conducción en un acto dividido.
Entre los gremios que no participarán del evento figuran los alineados con Abel Furlán, titular de la UOM y secretario de Interior de la CGT, quien encabezará actos en San Juan y Santa Fe. En cambio, la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), que conduce Juan Carlos Schmid, confirmó su presencia y difundió la convocatoria con un flyer propio.
Desde la cúpula cegetista aclararon que no serán parte de la movilización convocada por algunos espacios del peronismo para el 17 de octubre frente a la casa de Cristina Fernández de Kirchner, aunque reconocieron que algunos gremios asistirán por su cuenta. En paralelo, se espera la presencia del gobernador Axel Kicillof en el mapping del jueves, en un gesto de respaldo a la actual conducción.
En las últimas horas, la mesa chica mantuvo una reunión de urgencia en la sede de UPCN para revisar la conformación del próximo triunvirato y explorar alianzas que permitan aislar al sector opositor. Según trascendió, no se descarta un “operativo clamor” para que la conducción actual —con mayor consenso que los dirigentes emergentes— renueve su mandato.
Mientras tanto, el Día de la Lealtad, símbolo histórico del movimiento obrero peronista, encuentra a la CGT dividida entre la liturgia clásica de la movilización y una apuesta a la modernidad que, lejos de unir, volvió a poner sobre la mesa la pelea por el liderazgo sindical.
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