Elección clave en Luz y Fuerza por la sucesión de Lescano

165 delegados elegirán en Mar del Plata al nuevo jefe de la Fatlyf entre dos candidatos.

Esto con el negro Lescano no pasaba" es una de las frases que más se escucha hoy en día en el gremio de Luz y Fuerza, que a un año del fallecimiento del histórico caudillo gremial se aproxima a una elección interna con dos listas enfrentadas, algo inédito en la mayoría de los sindicatos grandes, donde la lista única y la reelección indefinida constituyen la norma.

La pelea por el máximo sillón de la Federación Argentina de Trabajadores de Luz y Fuerza (Fatlyf) también puede interpretarse como una disputa de poder entre los sindicatos del interior y la seccional Capital. La oposición está nucleada alrededor del dirigente chaqueño Guillermo Moser, actual secretario general de la poderosa delegación Mercedes (con jurisdicción sobre un vasto territorio) y número dos de la Federación, quien cuenta con el apoyo de un nutrido grupo de provincias. El oficialismo, en tanto, aspira a la continuidad de Julio Ieraci, quien iría acompañado por el titular de la seccional Buenos Aires Rafael Mancuso, dirigente que asumió la conducción tras el fallecimiento de Oscar Lescano en septiembre del año pasado, aunque con un perfil mucho más bajo que su antecesor.

Desde su lugar en la seccional Buenos Aires, cargo al que llegó en 1984, Lescano controló la Federación durante casi tres décadas, dejando un vacío de poder que hoy es eje de disputas entre distintos sectores que lo acompañaron durante años. "Una cosa es heredar el cargo, otra cosa es heredar el poder. Lescano era el que llevaba adelante el gremio en todo el país, hoy nos quedamos sin esa fuerza y queremos recuperarla. Hay un ciclo que culminó, el interior nuevamente quiere conducir la Federación", indicó Moser. En diálogo con Tiempo, el dirigente reafirmó la pertenencia de Luz y Fuerza a la CGT que conduce el metalúrgico Antonio Caló, reconoció avances en materia de transporte y generación eléctrica –"Argentina está preparada ante un escenario difícil que pueda plantearse en el sector eléctrico, sólo hay que continuar profundizando las inversiones de la última década", asegura–  y, en términos políticos, anticipa que para las elecciones presidenciales del año próximo se "encolumnará" detrás del candidato del Frente para la Victoria que designe la presidenta Cristina Fernández, más allá de que reconoce una buena relación con el titular de la Cámara de Diputados, Julián Domínguez. "La idea es no sacar los pies del plato y apoyar al que diga Cristina, Massa se fue de la cancha", dice.

La elección se desarrollará el próximo jueves durante un Congreso que tendrá lugar en la ciudad de Mar del Plata, donde un total de 165 delegados elegirán al nuevo titular de la Federación en medio de estrictas medidas de seguridad. En campaña hace ya algunos meses, Moser asegura que cuenta con el apoyo de al menos 92 delegados, lo que le garantizaría automáticamente el triunfo. La delegación Mercedes tiene jurisdicción sobre Chaco, Entre Ríos, Santa Fe, San Luis, Córdoba, La Pampa y buena parte de la provincia de Buenos Aires. Ni Ieraci ni Mancuso contestaron ayer los llamados de este diario.

Por varios motivos, la elección es seguida con atención desde el gobierno, particularmente por el Ministerio de Planificación Federal. Perteneciente al grupo de los denominados gremios "Gordos" de servicios conjuntamente con los empleados de comercio y sanidad, Luz y Fuerza cuenta actualmente con unos 60 mil afiliados en todo el país, lo que le otorga un alto poder de fuego. Ocupa un lugar estratégico en un sector energético atravesado por los subsidios y que entre diciembre y enero pasados, en medio de una ola de calor inédita, experimentó serias falencias en la distribución en el área metropolitana de Buenos Aires, con prolongados cortes en el suministro que afectaron a millones de usuarios.

De buena relación con el gobierno, el gremio está enrolado en la CGT de Caló, si bien en el último año perdió presencia e incluso algunas seccionales importantes, como la de Córdoba, se sumaron al último paro general dispuesto por el moyanismo contra el Impuesto a las Ganancias. «

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