El STIA elegirá autoridades este viernes en un proceso con fuerte impronta de renovación generacional.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) realizará este viernes 26 de septiembre sus elecciones internas, en las que alrededor de 4.300 afiliados de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano estarán habilitados para votar. El actual secretario general adjunto y candidato por la oficialista Lista Verde, Sergio Escalante, aparece como el principal favorito para suceder al histórico dirigente Rodolfo Daer en la conducción del gremio.
El proceso electoral es destacado como un caso ejemplar de renovación con continuidad democrática, ya que un referente con años de trayectoria da paso a nuevas generaciones que se han venido formando en la gestión sindical. La elección también contará con competencia opositora: una lista conformada por los agrupamientos Celeste y Blanca, Bordó, Transparente y Blanca y Negra.
En la previa a los comicios, Escalante planteó que el gremio llega a las urnas en un contexto de conflicto salarial. “Llegamos a las elecciones en medio de la lucha contra el veto paritario que el Gobierno intenta imponer con propuestas de hambre en complicidad con la patronal. Es clave un proceso electoral contundente que muestre la vitalidad del sindicato y el compromiso de los trabajadores”, señaló.
El dirigente adelantó que, de ser electo, buscará intensificar la pelea por mejoras salariales y fortalecer el vínculo del gremio con la política. “Impulsaremos la participación para lograr un país con producción, industria, inclusión, educación y salud. Queremos un proyecto de Patria que, en Buenos Aires, lidera el gobernador Axel Kicillof”, sostuvo.
Un dirigente con historia de fábrica
Nacido y criado en San Martín e hincha de Independiente, Escalante comenzó a trabajar en una empresa alimenticia a principios de los años 90. Pocos años después fue elegido delegado sindical, iniciando así un recorrido que lo llevó a recorrer fábricas, negociar condiciones laborales y acompañar reclamos de sus compañeros.
“Un dirigente debe conservar siempre el olor a fábrica”, afirma, reivindicando la cercanía con los trabajadores de las grandes plantas y también de las pequeñas pymes.
Con esta elección, el STIA afronta un recambio dirigencial que marcará el final de una etapa y el inicio de otra, en uno de los sindicatos más influyentes de la industria alimenticia argentina.
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