El encuentro, encabezado por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, contó con representantes del Ejecutivo, del Congreso, de las provincias, de la UIA y del sindicalismo, que finalmente resolvió participar tras intensos debates internos. La reunión duró poco menos de una hora y media y sirvió para definir la dinámica de trabajo del organismo, que se reunirá una vez por mes hasta diciembre. La próxima cita será el 20 de julio.

“Este es un consejo consultivo, no vinculante. No compite con las decisiones del Ejecutivo ni del Parlamento”, aclaró Martínez al término de la reunión. Según explicó, el objetivo es debatir los diez puntos del llamado Pacto de Mayo, firmado el 9 de julio en Tucumán por 19 gobernadores. Entre esos puntos figuran temas clave como una reforma laboral, un nuevo esquema previsional y la reducción del gasto público.

Martínez defendió el diálogo como “una llave maestra para resolver los problemas estructurales de Argentina”, pero remarcó que “ninguna nueva modalidad laboral debe dejar atrás los derechos constituidos”. También cuestionó la idea de imponer techos a las paritarias: “No estamos de acuerdo con el cepo a las condiciones laborales”.

Sobre la relación con el empresariado, destacó que “con las nuevas autoridades de la UIA estamos teniendo un vínculo de conversación sensato, y cuando se habla de los costos laborales se entiende que los costos no tienen que ver con el salario”.

La reunión fue seguida de cerca por las organizaciones sindicales, que miran con preocupación el rumbo económico. “Nos preocupa el aumento de la desocupación, que ya escaló al 7,9%”, alertó Martínez. También pidió que el Consejo apunte a un “pacto productivo donde las condiciones del desarrollo y la producción del trabajo estén en la misma dimensión”.

Desde el lado empresario, el titular de la UIA, Martín Rappallini, buscó llevar tranquilidad: “La UIA no está planteando una reforma de jubilaciones ni quitar horas de trabajo. Hablamos de modernización laboral y tenemos que sentarnos con la CGT a compatibilizar”. En la misma línea, remarcó: “Tenemos que construir consensos, ese es el gran objetivo”.

Más allá del tono dialoguista, Martínez dejó una advertencia política de fondo: “Nuestra postura es ni un paso atrás. No queremos conflicto por el conflicto mismo, pero vamos a garantizar la defensa de los derechos constituidos”. Además, anticipó que la CGT trabaja en la constitución de un frente político sindical con la vista puesta en las elecciones de 2027: “Dentro del peronismo tiene que haber un proceso de renovación. Todos tenemos que ir al llano y unificar un criterio”.

El Consejo de Mayo tiene como misión elaborar proyectos de ley y políticas públicas a partir del Pacto firmado por el oficialismo y parte de los gobernadores. Entre sus metas se incluyen reformas laborales, tributarias y previsionales, así como una reorganización de la coparticipación y la promoción de exportaciones. Los integrantes del organismo no percibirán honorarios.

Desde la CGT, en cambio, advierten que si el diálogo no es genuino, no alcanzará con las buenas intenciones. Como sintetizó Martínez: “Espero que esta reunión no sea solo una foto”.