Con esta norma, Grecia se convierte en el primer país de la Unión Europea en legalizar formalmente una jornada tan extensa.
El Parlamento griego aprobó una controvertida reforma que permitirá a los empleadores del sector privado extender la jornada laboral hasta 13 horas diarias.
La iniciativa, promovida por el gobierno conservador del primer ministro Kyriakos Mitsotakis y respaldada únicamente por su partido, Nueva Democracia, fue presentada como una medida para “modernizar” y flexibilizar el mercado de trabajo. Sin embargo, provocó una ola de protestas y acusaciones de que equivale a un retroceso en los derechos laborales.
Movilizaciones y críticas sindicales
La aprobación de la norma no pasó desapercibida: sindicatos convocaron huelgas generales y movilizaciones masivas en todo el país. Organizaciones laborales denunciaron que esta reforma favorece exclusivamente a los empleadores en un contexto de supervisión laboral débil.
Un camarero de 41 años, Themis Lytras, comentó:“El resto de Europa debate reducir la jornada, y en Grecia la ampliamos” Para el sindicato del sector público ADEDY, la medida representa “la abolición de la jornada de ocho horas” y la legalización de prácticas de sobreexplotación.
Defensa oficial: “es voluntaria” y con bonificaciones
Desde el gobierno, la ministra de Trabajo y Seguridad Social, Niki Kerameus, defendió la reforma: aseguró que la jornada extendida será “voluntaria” y que los trabajadores percibirán un bono adicional del 40 % por las horas extras. Además, sostuvo que el límite semanal seguirá siendo de 48 horas, con un máximo de 150 horas extra anuales, y que las jornadas de 13 horas solo podrán aplicarse hasta 37 días al año.
Kerameus también sostuvo que ningún trabajador podrá ser despedido por negarse a extender su jornada. Según el gobierno, la medida responde a la escasez de mano de obra y a la necesidad de adaptarse a las “nuevas dinámicas del mercado”.
Rechazo político y alertas de expertos
Los principales partidos opositores, como Pasok y Syriza, se manifestaron en contra de la reforma. Desde la izquierda, criticaron que esta medida supone una desregulación laboral que vulnera derechos fundamentales. Efi Achtsioglou, diputada de Nueva Izquierda, calificó como “vergonzoso y retrógrado” que en 2025 se debata una jornada de 13 horas.
Expertos en derecho laboral alertaron que la normativa podría normalizar abusos en las horas extraordinarias, aumentar el agotamiento entre trabajadores e incrementar los riesgos de accidentes laborales.
Contexto laboral en Grecia
Grecia ya se encontraba entre los países con mayor carga laboral promedio en la UE: el promedio semanal ronda las 39,8 horas, frente a las 34 horas en Alemania o las 32 en los Países Bajos. En 2024 ya se habían implementado semanas laborales de seis días en ciertos sectores, una tendencia que la nueva norma intensifica en sentido contrario al de otras economías europeas que buscan reducir horarios laborales.
Aunque el país ha tenido cierta recuperación tras la crisis financiera de 2009, sus salarios permanecen entre los más bajos del bloque. Según la OCDE, uno de cada cinco trabajadores griegos supera las 45 horas semanales, mientras que el salario mínimo ronda los 968 euros mensuales. Grecia también enfrentan un fuerte aumento del costo de vida y dificultades en el acceso a la vivienda. La GSEE (Confederación General del Trabajo de Grecia) advirtió que esta reforma “agrava la inseguridad laboral y consolida un modelo flexible y desprotegido”.
Proyecciones y resistencia social
El gobierno de Mitsotakis ha experimentado una caída en su popularidad, en parte debido al descontento generado por la nueva legislación. En palabras del exministro de Trabajo George Koutroumanis:
“Tras la crisis, esperábamos volver a la normalidad. Esta ley es absurda.”
A pesar del rechazo, el Ejecutivo insiste en que la norma servirá para aumentar la productividad y fortalecer al sector privado frente a los desafíos demográficos y económicos que enfrenta Grecia.
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