El gremio que más puede frenar la entrada de dólares lanzó una dura amenaza si no consigue un mínimo de $2,3 millones

El gremio que más puede frenar la entrada de dólares lanzó una dura amenaza si no consigue un mínimo de $2,3 millones

El secretario general del sindicato de aceiteros, Daniel Yofra, afirmó que el monto "es el salario que deben tener todas las y los trabajadores del país para tener una vida digna".

El sindicato que concentra uno de los mayores poderes de negociación del país volvió a tensar la cuerda. La Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (FTCIODyARA), conocidos como los "aceiteros", advirtió que iniciará una huelga nacional si las cámaras empresarias no aceptan su reclamo salarial, que fija en $2.344.728 el valor del salario mínimo vital y móvil.

 Los aceiteros exigen un salario mínimo vital y móvil de $2,3 millones 

El secretario general del gremio, Daniel Yofra, afirmó que el monto "es el salario que deben tener todas las y los trabajadores del país para tener una vida digna". Explicó que el cálculo se basó en los datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) y en las pautas establecidas por la Constitución Nacional y la Ley de Contrato de Trabajo, que definen al salario mínimo vital y móvil como aquel que permite cubrir nueve necesidades básicas: alimentación, vivienda, educación, vestimenta, salud, transporte, esparcimiento, vacaciones y previsión.

"El pedido que hicimos hace tres semanas es el mismo que venimos sosteniendo desde hace años", señaló Yofra en declaraciones a AM770. "Las empresas volvieron a decir que quieren calcular el salario según la inflación y por eso hicimos una huelga y nos dictaron la conciliación obligatoria", añadió.

Esa conciliación, dispuesta por la Secretaría de Trabajo de la Nación el 7 de octubre, suspendió por quince días hábiles la medida de fuerza que debía comenzar el 8 de octubre en todas las plantas aceiteras del país. El procedimiento incluyó una prórroga de cinco días adicionales y fijó una nueva audiencia para el 14 de octubre con el objetivo de retomar las negociaciones.

El gremio advierte que irá al paro si no hay acuerdo antes de noviembre 

Según el dirigente, "esa conciliación vence a principios de noviembre. Si no logramos el aumento que pedimos, vamos a ir a una huelga porque lo que estamos pidiendo es lo que necesita cualquier trabajador del país para vivir dignamente".

El reclamo de la FTCIODyARA se apoya en un estudio técnico elaborado por sus asesores, basado en la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo) del INDEC. De acuerdo con esos cálculos, el salario mínimo vital y móvil correspondiente a septiembre de 2025 se ubicó en $2.344.728, mes en que se abrió la revisión del acuerdo paritario firmado en abril.

La semana pasada, el gremio había calificado la propuesta patronal como "insuficiente y provocadora". En un comunicado, sostuvo que el mismo sector empresario "acaba de recibir un beneficio extraordinario de 1.540 millones de dólares tras la medida dispuesta por el Gobierno Nacional sobre las retenciones a las exportaciones".

"Frente a esa apropiación de renta extraordinaria, la respuesta patronal resulta vergonzosa", remarcó la organización sindical. También indicó que el costo laboral se redujo durante 2024 "entre 1,7% y 2,4%, según cada empresa", y que incluso con el incremento pretendido "el impacto sobre ese costo sería nulo".

 El sector exportador bajo presión por el conflicto salarial aceitero 

El conflicto vuelve a colocar en tensión a un sector clave de la economía argentina. Las plantas aceiteras y los puertos del complejo agroexportador del Gran Rosario concentran más del 70% de las exportaciones nacionales, por lo que una medida de fuerza prolongada podría afectar la liquidación de divisas y la operatoria de las principales cerealeras.

Los aceiteros, que en abril alcanzaron un acuerdo salarial récord con un básico inicial de $1.770.174 y aumentos escalonados del 20% en julio, buscan ahora actualizar ese piso conforme al criterio constitucional. Su estrategia sindical se diferencia de la de otros gremios por no aceptar techos salariales y por sostener una política de negociación técnica, basada en cálculos propios.

A lo largo de los últimos años, el sector aceitero consolidó una capacidad de presión singular dentro del mapa sindical. Su poder de paralizar la actividad portuaria lo convirtió en un actor determinante cada vez que el conflicto salarial amenaza con escalar. La advertencia de Yofra, al frente de un gremio que combina organización, disciplina y poder de fuego, reabrió la posibilidad de un nuevo paro nacional que podría volver a poner en jaque las exportaciones argentinas.

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