“La Hidrovía preocupa a quienes no son transparentes en el comercio exterior”

“La Hidrovía preocupa a quienes no son transparentes en el comercio exterior”

El jefe de los operarios de la ruta fluvial defiende el esquema estatal y dispara contra los privados. Cree que la CGT debe volver a un solo secretario general.

Por FACUNDO BORREGO.

Juan Carlos Schmid evita usar la clásica campera de cuero negro del sindicalismo. En cambio, luce una cazadora verde, fiel a su oficio de portuario. Así se paró entre los gobernadores para aplaudir al presidente Alberto Fernández al dejar firmada el acta para la nueva Hidrovía. El jefe del Sindicato de Dragado y Balizamiento es quien aporta la mano de obra para mantener la autopista fluvial y uno de los mayores defensores del nuevo esquema con participación estatal, modelo al que los privados se oponen y a quienes Schmid les responde. “Habría que preguntarles por qué están tan preocupados”, dispara. 

A dos años de haber renunciado al triunvirato de la Confederación General del Trabajo (CGT), en diálogo con Letra P opina que es hora de volver a un solo secretario general y que se debe incorporar a los trabajadores precarizados porque entiende que la central obrera no puede limitarse a los asalariados. 

BIO. Juan Carlos Schmid (1951) trabajó en buques, remolcadores y la actividad portuaria. Desde 1993 lidera el Sindicato del Personal de Dragado y Balizamiento, lo que le dio impulso para encabezar la Federación Marítima-Portuaria (Fempinra) y la Confederación de Trabajadores del Transporte (CATT). En 2016, asumió como uno de los secretarios generales del Triunvirato de la CGT, pero dos años después renunció por diferencias internas. Llegó de la mano de Hugo Moyano, con quien siempre tuvo vínculo. Dice que hay que aggiornar la central trabajadora.

-¿Por qué comparte y defiende este nuevo esquema de la Hidrovía con participación estatal?

-Porque hay una intención del gobierno de federalizar la gestión al sumar a las provincias. Porque los gobiernos tienen que involucrarse más. La ley de puertos de los noventa le dio facultades sobre su entramado portuario y las provincias no han hecho nada. Salvo las terminales más protagonistas en el comercio exterior, el resto están sumergidas en el olvido. 

-¿Por qué el sector privado resiste la injerencia estatal?

-Habría que preguntarles a ellos por qué están tan preocupados y hablan de complicidad cuando nadie ha anunciado una estatización como sobre la que hablan. Nadie dijo que hay que retirar el sistema de peajes y que no haya una licitación. Se propone mayor control de las provincias y monitoreo, algo que estaba bastante desdibujado. Los privados levantan su voz porque, tal vez, no son muy transparentes en el manejo de la comercialización del comercio exterior. Miremos a Vicentin y alcanza. 

-A dos años de haber renunciado al triunvirato de la CGT, ¿en qué condición se encuentra con la central?

-No completé el mandato del triunvirato porque tenía diferencias respecto a cómo se gestionaba la política interna. Cuando se convoque a un plenario orgánico para discutir eso, lo haré. Pero en el seno de la CGT, no en otro ámbito. 

-¿Debe haber cambios profundos en la forma de conducción?

-El triunvirato no dio sus frutos, anduvo a los tumbos. Por lo tanto creo que habrá que buscar la forma de que haya de nuevo una secretaría general. En aquel momento, se trabajó durante dos años con las diferentes líneas para desembocar en el triunvirato que fue apoyado por la mayoría. No sé de qué manera se encarará ahora. Falta, sí, pero tampoco nos hemos tomado el tiempo para discutir. Ha habido muy pocas reuniones.

 

Schmid, junto a Carlos Acuña (centro) y Héctor Daer (izquierda), al asumir el triunvirato de la CGT.

 

-Usted ha sido pionero en el acercamiento entre la CGT y las organizaciones sociales. ¿Cree que deben formar parte del sindicalismo? 

-Estoy convencido. Se equivoca el sindicalismo argentino si no madura ese proceso. No se ha terminado de comprender que hemos pasado del mundo asalariado al mundo precarizado y que esto ha impactado por la innovación tecnológica. Hay que madurarlo rápidamente, no se puede excluir. Si seguimos así vamos a representar sólo a gente de un ámbito reducido y habrá un enorme grupo de actores sociales que estarán  afuera. 

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