Una imponente demostración de fuerza

Una imponente demostración de fuerza

Unas 3,5 millones de personas manifestaron este martes en Francia al llamado de las ocho centrales sindicales del país para reclamar el retiro del proyecto de reforma jubilatoria del gobierno de Emmanuel Macron.

Fue la jornada de mayor convocatoria desde que en enero comenzaron las movilizaciones contra el plan del Ejecutivo, y una de las más masivas de toda la historia política francesa.

También en las movilizaciones de mujeres de este 8 de marzo hubo consignas contra la reforma jubilatoria.

Además de las marchas, que se llevaron a cabo en todo el país, fundamentalmente en las grandes ciudades, con un pico alto en París, se paralizaron sectores clave como la educación, el transporte, los servicios públicos, la distribución de energía.

El movimiento sindical está discutiendo la posibilidad de extender el paro de forma indefinida, como se hiciera en 1995, en ocasión de las protestas contra otra reforma jubilatoria. En aquel momento Francia se paralizó durante varias semanas, y el gobierno debió retirar su proyecto.

Bloquear la economía es la alternativa que barajan centrales sindicales que no se destacan precisamente por su radicalidad, vista la intransigencia del gobierno de Macron en mantener un proyecto que, según sondeos coincidentes y reiterados, es rechazado por al menos siete de cada 10 franceses.

Una de las piedras de toque del proyecto del Ejecutivo es aumentar la edad jubilatoria de 62 a 64 años.

Pero también contiene disposiciones que perjudican en particular a los sectores asalariados más precarios y aumentan las desigualdades en un país que hasta hace pocas décadas tenía un Estado social relativamente modélico y que desde entonces se ha ido desmantelando.

Las jornadas próximas serán decisivas.

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