Schmid, también Secretario General de la FeMPINRA, estimó que “era inevitable la reacción del conjunto del arco sindical porque no hay un solo sector que no se sienta agredido por este programa económico”. 

El dirigente sindical marítimo puntualizó que “hay que ir dando los pasos concretos ene dirección a abrir un debate profundo que vengo reclamando desde hace tiempo. Debate que tenga que ver con los déficit que hemos tenido, debate que vaya mucho más allá del proceso electoral y que le permita al sindicalismo argentino asumir que realmente es un instrumento importantísimo en  la construcción de ciudadanía y en las decisiones que se tomen en el día de mañana”. 

 “Estamos frente a un proceso electoral que va a marcar una encrucijada en el país porque todos conocemos la gravedad del cuadro económico y social. Es muy difícil que haya una medida que permita la recuperación del aparato productivo de acá a la votación y este gobierno se ha inclinado, decididamente, por mantener alguna variable, por caso el dólar, pero a costa de una recesión y de una paralización importante de la actividad económica de la Argentina”, subrayó Schmid.

El Secretario General de la CATT afirmó que “indudablemente la reacción tiene que ver con que nosotros tenemos como cometido principal de nuestra función que expresar el malestar social en Argentina”. 

Frente a la gestación de posibles acuerdos que permitan la expresión de la unidad, Schmid enfatizó que “en principio lo importante es que hay unidad en acción y después darse esto que yo he dicho en mi alejamiento de la CGT, ya lo he repetido en innumerables ocasiones, hay que convocar la órgano, para mi más representativo, que es el Comité Central Confederal y allí discutir. No es solamente discutir los hombres, porque eso parece secundario, sino tener una discusión de carácter estratégico, insisto, que perfore la cercanía del proceso electoral”. 

El referente sindical expresó que el proceso que se manifiesta en el Partido Justicialista tiene incidencia en el mundo sindical “este debe ser uno de los puntos que hay que colocar en el debate y en la agenda CGT: ¿Hasta dónde nosotros tenemos autonomía frente a las tensiones, a las marchas, contra marchas, claros oscuros que nos ofrece el manejo político de la situación y de la coyuntura? ¿Cómo nosotros, por un lado, tenemos una estrategia para eso y por el otro lado cumplimos con nuestra obligación principal de defender los convenios, de defender el nivel de ocupación, defender el poder adquisitivo, defender la industria nacional? ¿De qué manera se articula esa discusión?”. 

Schmid agregó que “tal vez sin advertirlo la CGT ha convocado a una medida de fuerza justamente cuando se cumplen 50 años del Cordobazo y quiero recordar que el Cordobazo fue una rebelión obrero-estudiantil que primero le dio un golpe mortal al gobierno del General  Onganía, segundo aceleró la vuelta de Perón a la Patria y tercero puso en la superficie la capacidad de resistencia del pueblo trabajador siempre y cuando haya dirigentes que estén dispuestos a encabezar la lucha”. 

En términos políticos Schmid apuntó que “lo que hay que hacer es tratar de ver, también, los desafíos del presente,  la proyección que tienen, han habido muchos cambios pero hay principios que son inalterables y la clave es lo sindical. Por eso yo insisto que el debate tiene que abarcar también la dimensión cultural que tiene esta cuestión para romper ese hechizo que vuelta a vuelta vuelve a ganar la mente de muchos argentinos en un esquema individual”. 

“Nosotros tenemos que romper eso y tenemos que romper el paradigma de los voceros que hoy se nutren de las tecnologías para dejarnos aislados. Nuestro valor supremo está en la solidaridad y nuestra papel principal está, justamente, en una vocación inquebrantable al rededor de todas estas cuestiones. Creo que habrá que discutir un nuevo contrato social pero hay que precisar que quiere decir un un nuevo contrato social” aseguró Schmid.