El secretario general de la CATT y del Sindicato de Dragado y Balizamiento Juan Carlos Schmid dijo que la CGT necesita volver a tener un solo dirigente de cara al próximo Congreso para renovar autoridades de la principal central obrera del país. También criticó la mirada electoralista y llamó a tener un verdadero sentido de patria y aseguró que la reforma laboral «no se trata de aumentar la productividad, sino de reducir los ingresos y las conquistas de los trabajadores».
En una entrevista con Radio Gráfica, el dirigente sindical Juan Carlos Schmid analizó la situación política, gremial y económica del país, criticó la desregulación del sector marítimo y planteó la necesidad de una renovación profunda dentro de la CGT, con una conducción unipersonal que devuelva fuerza y coherencia al movimiento obrero.
El actual secretario general del Sindicato de Dragado y Balizamiento y referente histórico de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), fue recientemente revalidado en su cargo al frente de esa organización, junto con Omar Pérez (camioneros) como secretario adjunto y Juan Pablo Brey (aeronavegantes) como secretario gremial.
En su análisis político, Schmid advirtió sobre un escenario de “convulsión y fragmentación” que atraviesa a toda la sociedad argentina. “Aunque el gobierno de Javier Milei recibió un sopapo espectacular el 7 de septiembre, debemos pensar cómo reemplazar ese fenómeno. Hasta que no logremos hacerlo, seguiremos envueltos en una crisis que solo puede superar el pueblo argentino con un verdadero sentido de patria”, sostuvo.
El dirigente reclamó además una mejora en la calidad de la dirigencia, tanto política como sindical, al señalar que “la reconstrucción del país requiere responsabilidad y patriotismo, no solo cálculo electoral”.
Respecto a los planes del Gobierno de avanzar con una reforma laboral tras las elecciones de octubre, Schmid fue tajante: “Revisar los convenios colectivos es un mantra que la derecha viene repitiendo desde hace años. No se trata de aumentar la productividad, sino de reducir los ingresos y las conquistas de los trabajadores”.
En esa línea, atribuyó la falta de crecimiento a las malas políticas económicas: “La economía argentina está paralizada por los errores de los ministros, por el endeudamiento, las recesiones y los ajustes fiscales que empobrecen al pueblo”.
El sindicalista también se refirió a la publicación del DNU 340/25, que instauró el “Régimen de Excepción de la Marina Mercante”, norma luego rechazada por el Congreso. Según Schmid, la medida significó “el golpe de gracia” a un sector que nunca logró recuperarse de la desregulación de los años noventa.
“En lo laboral hubo una reversión durante el gobierno de Néstor Kirchner, pero en el comercio internacional Argentina nunca se repuso de lo perdido. Se perdió la flota estatal, los elevadores de granos, el control sobre el comercio exterior. Nos quedamos sin una mirada estratégica en el Atlántico Sur, Malvinas y la Antártida”, lamentó.
A su juicio, el abandono del sector marítimo y de la industria naval refleja una pérdida de soberanía económica y territorial. “Los sindicatos somos la última trinchera que defiende el trabajo argentino. Lo otro no ha vuelto, y es tarea de la política que regrese”, remarcó.
Con vistas al Congreso de la CGT del próximo 5 de noviembre, donde se definirá la nueva conducción de la central obrera, Schmid expresó su rechazo a la continuidad del triunvirato. “La CGT tiene que volver a su forma tradicional de elección. Llevamos ocho años de triunvirato sin construir un liderazgo fuerte. Si hay tres vertientes, estaremos juntos, pero no unidos”, afirmó.
Además, señaló que la central debe ampliar su horizonte para representar a todos los trabajadores, incluidos los que hoy no están bajo convenio: “La CGT tiene que ser la que exprese a ese nuevo sujeto social, ir más allá de sus fronteras y dar un mensaje claro de unidad”.
En un tono reflexivo, Schmid cerró su intervención llamando a recuperar la visión de país y el rol histórico del movimiento obrero: “La lucha sindical tiene su techo en las leyes, pero su alma en la conciencia nacional. Si perdemos eso, perdemos todo”.
Comentá la nota