Aunque los puentes no están cortados con el líder de los Camioneros, Hugo Moyano, en el gobierno de Mauricio Macri lo eligieron como su oponente; mientras se esfuerzan por llegar a un acuerdo con la cúpula de la CGT para desactivar el paro y frenar la conflictividad social.
La gran apuesta es generar un "quiebre" al interior del movimiento obrero en momentos en los que desde las diferentes vertientes coinciden, en mayor o menor medida, en la necesidad de llevar adelante una huelga general.
Rápidos de reflejos, desde el Poder Ejecutivo no tardaron en convocar a la Casa Rosada a la central sindical para evitar el anuncio de un paro nacional. Apenas fue un primer acercamiento. El martes próximo habrá otro encuentro. La propuesta del ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, para que se dispongan aumentos salariales del 5 por ciento, distribuidos en julio y agosto, no fue suficiente para derribar la medida de fuerza. Pero, al menos, en el gobierno consiguieron "ganar tiempo", sostienen desde Balcarce 50.
"Como con el peronismo, en el sindicalismo hay que evitar que se unan todos", apuntó a este diario un funcionario nacional.
Aún si finalmente consiguieran desactivar la huelga de la CGT, quedaría en pie la que anunció Moyano para el jueves próximo, siempre que su gremio no obtenga una respuesta a su pedido de aumento salarial. "Hugo está con una postura de confrontación por cuestiones personales y por sus temas con la Justicia", señaló una fuente del ministerio de Trabajo. Sin embargo, desde esa misma cartera dijeron "que no está descartado el diálogo" con el referente sindical.
El propio Macri, ayer, durante el brindis para los periodistas acreditados en la Casa Rosada, se refirió al dirigente camionero, aunque se cuidó de no mencionar su nombre. "Que desaparezcan los comportamientos mafiosos en la Argentina, que la gente pueda trabajar y hacer lo que tenga que hacer sin tener sus libertades coartadas", apuntó, en alusión a los cortes de calles que podría realizar Camioneros como modo de protesta.
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, fue un poco más directa al sostener que el Gobierno nacional "no va a permitir una Argentina bloqueada". "Esta idea de que quieren hacer algo a la brasilera es extorsiva", manifestó la funcionaria en referencia a los bloqueos que realizaron los camioneros en ese país vecino la semana pasada.
"Nosotros lo de ayer -en referencia al anuncio de Moyano- lo vivimos como un método que creemos que es absolutamente extorsivo y no se puede permitir, y allí actuamos con la Ciudad de Buenos Aires y con la Provincia de Buenos Aires", afirmó Bullrich. Y remarcó que las fuerzas de seguridad "actúan en todos los piquetes camioneros, llevamos grúas y logramos (los últimos días) que todos puedan circular".
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