Con una lista que logró reunir a todos los sectores, la oposición aspira a dar el gran batacazo en el Sindicato de Alimentación. Se trata de uno de los gremios industriales más importantes del país que hace 41 años es comandado por Rodolfo Daer. Desde el oficialismo señalan que el recambio no sólo no lo debilita, sino que hasta podría potenciarlo. La clave será la participación.
Por Jorge Duarte.
El Día D es el 26 septiembre. Esa jornada unos 4 mil trabajadores de la alimentación afiliados al Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) seccional capital y AMBA, podrán pasar por las urnas para elegir a su nueva conducción. La novedad es que por primera vez en 41 años el oficialismo no estará liderado por el histórico Rodolfo Daer.
La lista Verde en esta oportunidad estará comandada por Sergio Escalante, actual Adjunto de Daer, y llega a unos comicios en un contexto más que complejo por la política libertaria: una realidad salarial que golpea a los trabajadores, conflictos en diferentes establecimientos, una obra social asediada y su histórico conductor en un segundo plano.
La oposición, por su parte, aspira a aprovechar la oportunidad para dar al zarpazo. Con una nómina de unidad que reúne 4 agrupaciones, algo que no habían podido conseguir en los últimos comicios, buscarán hacer pie en los grandes establecimientos para alimentar sus esperanzas. De hecho tienen en su haber las comisiones internas de Mondelez (Pacheco), Molinos Rio de La Plata (Esteban Echeverria), Georgalos (Victoria) y Felfort (CABA) a las que se les suman trabajadores y trabajadoras de Alijor. La liderará Jorge Penayo, de Mondelez.
Si se sumaran matemáticamente, en los comicios de 2021 los opositores hubieran podido superar el piso del 20% de los votos para que quedarse con la representación de la minoría, lo que les garantizaría tener 35 delegados congresales. Como fueron divididos quedaron afuera. Hoy creen que superarán ese umbral y juegan a más.
Desde el oficialismo sostienen lo contrario: «Incluso la minoría está en duda», plantean. Creen que el gesto de Daer incluso podrían potenciarlos como una señal de que se están oxigenando la organización. La adjunta, además, será una mujer.
Los afiliados en los padrones son 3500 afiliados, según la oposición, y algo más de 4200, según el oficialismo. Como sea, los que estén en condiciones podrán ir a votar en las 83 fábricas del sector que figuran en el padrón (24 en CABA; 22 en La Matanza; 15 en Zona Norte; 12 en San Martín; 7 en Zona Oeste; y 3 en Zona Sur) y en las urnas ubicadas especialmente en la Obra Social del Sindicato y en la Sede del Sindicato en Ciudad.
La participación en los lugares de trabajo será decisiva para el futuro de lo que puede ser la elección sindical más importante de lo que queda de 2025. Es más, será el recambio más resonante de 2025: o Escalante o Penayo ocuparán el sillón que por las últimas 4 décadas sostuvo Rodolfo Daer, que lo catapultó a la conducción de la CGT y que ahora lo tiene como un actor trascendente dentro de los gremios industriales.
De hecho, los opositores creen que si en las grandes fábricas se vota masivamente, suben sus chances electorales. El oficialismo, por su parte, apuesta a engrosar también las urnas en los pequeños y medianos establecimientos, en el sindicato y en la Obra Social Sindical.
Comentá la nota