La empresa chilena propone lo mismo para sus 43.000 empleados en toda la región. Asegura que no tiene “disponibilidad de caja” y que su situación es “dramática”.
“Ustedes van a recibir dentro de algún momento un mail que se les va a enviar a los 43.000 empleados de Latam con la propuesta que la compañía está haciendo en todos los países respecto a la reducción de sueldos”, aseguró horas atrás en un videoconferencia con los empleados locales de la aérea chilena en la Argentina, Rosario Altgelt, CEO local de la compañía.
“La reducción de sueldos que estamos proponiendo es para los meses de abril, mayo y junio. Estamos en marzo, queremos garantizar en marzo que se pague el sueldo completo. Revisaremos si vamos a pagar adicionales, extras, eso está en discusión y lo iremos viendo en estos días, pero queremos garantizar el sueldo de marzo. Abril, mayo y junio, la propuesta es reducir salarios en el orden de un 50 por ciento”., agregó la ejecutiva.
La empresa no quiso hacer declaraciones en este contexto. Sólo envió un breve comunicado en el que detalla que “tras la difícil situación que atraviesa la industria aerocomercial producto del impacto que genera la pandemia global del coronavirus (COVID-19), y tras el anuncio de reducción de sus operaciones en un 70%; está haciendo su máximo esfuerzo por sostener los empleos de las más de 43 mil personas que componen el Grupo”.
Rosario Altgelt
También explicaron que “a fin de lograrlo, anunció la necesidad de ajustar salarios y operar, con una mínima dotación activa, los vuelos humanitarios indispensables en este momento para el retorno de los pasajeros a sus destinos”.
Situación dramática
El lunes pasado, Altgelt dialogó con Infobae y definió la situación de la empresa como “dramática”, en medio de un contexto en el que la industria aerocomercial es una de las que más impacto económico recibió con la pandemia. “La disponibilidad de caja es muy complicada porque la venta se desplomó. Tenemos que salir juntos. Estamos buscando soluciones, pero es difícil. Todos los días se cierran fronteras y en una avión entran 200 personas. ¿Cómo hacemos?”, se preguntaba.
En ese momento Latam destacó que, tras el cierre del aeropuerto de Lima, en Perú (en el que la aérea tiene uno de sus hubs regionales) había unos 10.000 argentinos en el exterior a los que le había vendido pasajes y no podía repatriar. “No tenemos casi capacidad para traer gente. El sistema colapsa y la situación de las líneas aéreas, de todas, es dramática”, aseguró.
Días después, la compañía quedó incluida en la lista oficial del Gobierno argentino con 16 vuelos de repatriación de argentinos que están en el exterior. Según un comunicado de ayer, la empresa “contribuyó con el retorno de 2.295 argentinos al país. Asimismo colaboró con el egreso de 1.175 extranjeros a sus destinos. Operando un total de 16 vuelos desde y hacia Santiago de Chile, San Pablo, Florianópolis y Río de Janeiro”.
La empresa también participó de los vuelos de repatriación
Desde Chile, y en un mensaje alineado con el que se difundió a nivel local, Roberto Alvo, vicepresidente comercial de Latam Airlines Group y próximo CEO del grupo –en reemplazo de Enrique Cueto, de la familia fundadora y dueña de la aérea– afirmó que “vamos a pedir la ayuda de los gobiernos para salir adelante de la mayor crisis de la historia”. Según Diario Financiero, de ese país, el ministro de Economía chileno, Lucas Palacios, le respondió “es muy apresurado pedir algo así para una empresa grande. No me parece conveniente. Nosotros estamos por la gente”.
A comienzo de la semana y en medio del recrudecimiento de la pandemia en América Latina, la empresa había informado que por los distintos cierres de fronteras de diversos países y la consecuente caída en la demanda, había decidido reducir su capacidad de vuelos “en un 70%, de la cual un 90% es disminución de operación internacional y un 40% corresponde a vuelos domésticos”.
Según la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) toda la industria podría necesitar al menos USD 200.000 millones para soportar el impacto de la emergencia sanitaria. Y ese es un cálculo apenas preliminar en medio de tragedia global.
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