"Salarios dinámicos": el Gobierno busca que los convenios dejen de ser piso y pasen a ser el techo de las paritarias

El Gobierno nacional anticipó que presentará tras las elecciones un proyecto de reforma laboral que incluye el controvertido mecanismo de “salarios dinámicos”, enfocando su impacto especialmente en los trabajadores y trabajadoras registrados.

Según el secretario de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación, Julio Cordero, “tenemos un plan de incremento salarial dinámico… eso es lo que marca la diferencia entre los salarios de convenio y los salarios reales”. 

Bajo el nuevo esquema, los valores fijados en los convenios colectivos dejarían de funcionar como pisos mínimos garantizados y pasarían a operar como techos de referencia. Cada empresa podría entonces pactar salarios distintos —siempre por encima del mínimo convencional— en función de su productividad, capacidad y sector. 

Además, la propuesta oficial plantea desvincular obligatoriamente los aumentos salariales de la inflación y orientarlos hacia indicadores como rendimiento, resultados de cada empresa o actividad. “Cuando hablamos de un salario dinámico… los salarios deben generar este diferencial por mérito”, explicó Cordero. 

Para los trabajadores, esta medida implica un cambio profundo en la lógica salarial en la Argentina: mientras que hoy el convenio garantizaba un piso y establecía categorías y adicionales para todos los representados, el nuevo modelo significa que parte de la negociación quedará abierta a cada empresa o región, potenciando diferencias entre actividades y zonas geográficas. 

Desde el frente sindical, la reacción fue de alerta. Confederación General del Trabajo (CGT) advirtió que “la pretendida reforma laboral… no es más que la ratificación del Decreto 70/23 en su capítulo laboral”, calificando el mecanismo de “inconsulta y regresiva”. 

Los analistas coinciden en que uno de los desafíos centrales será evitar que la descentralización y la negociación por empresa generen una mayor brecha salarial entre sectores dinámicos y aquellos con menor capacidad de pago. “La iniciativa apunta a reducir el peso de los sindicatos… y como efecto base tendrá una mayor heterogeneidad sectorial en los salarios”, afirma el director del observatorio OPEN. 

En este escenario, para los trabajadores registrados el debate deja tres interrogantes clave:

– ¿Cuánto se mantendrá la garantía mínima que representa hoy el convenio?

– ¿Cómo se controlará que la negociación empresa-por-empresa no termine flexibilizando en exceso las condiciones?

– ¿Qué pasará en las regiones o actividades con menor productividad o menor margen para negociar?

La reforma aún no fue enviada al Congreso, pero la anticipación del mecanismo y el fuerte rechazo sindical hacen prever que será uno de los ejes centrales del debate laboral del próximo periodo.

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