“Todo puede cambiar si unimos bien a las bases”

“Todo puede cambiar si unimos bien a las bases”

Silvina Scacheri, delegada de Arcor Bagley Salto, secretaria de la Mujer del STIA de la provincia de Buenos Aires, conversó con La Rel en el marco del 50 Congreso de la Federación de Trabajadores de las Industrias de la Alimentación (FTIA) y la pujante realidad de su sindicato.

-¿Cómo evalúas el Congreso?

-No fue uno más. Cincuenta son muchos. Pudimos escuchar gratamente a cada dirigente, a cada secretario general, con la idiosincrasia, la cultura, la problemática de cada lugar.

Fue una ocasión también para comprometernos políticamente. Debemos tener conciencia de que, si no militamos, si no trabajamos el boca a boca con el compañero y la compañera y le explicamos ciertas cosas pueden pasar infortunios, como fueron los cuatro años de gobierno de Mauricio Macri.

-Se notó también el avance de la labor de los delegados…

-Estamos viendo cómo van mejorando cada una de las comisiones internas de los delegados, que se van haciendo desde abajo y luchando por su convenio colectivo.

Más allá del momento duro, difícil, que nos toca vivir, de inflación galopante, es importante hablar de los convenios colectivos de trabajo y de las cosas que hay que cambiarles, porque los trabajadores y trabajadoras merecen mejoras en todos los sentidos. Mucho se ha peleado por ello en cada una de las bases.

Los salarios de los compañeros de la alimentación han quedado muy por debajo de lo que llegaron a ser, mientras hay empresarios de este sector que se la han llevado toda durante la pandemia, como recordaba el compañero Héctor Morcillo. Nosotros sabemos perfectamente cuánto cuestan los alimentos que fabricamos y a cuánto se venden.

Políticas de género

-¿Cuál es tu expectativa con esta nueva conducción?

-Mucha. Incluso en materia de género, un tema que preocupa enormemente al compañero Morcillo.

En 2022 podemos entender que la crianza de los hijos es compartida, no es solo responsabilidad de la mujer. Por eso estamos luchando para que aumenten los días de licencia paterna.

En otros países de América Latina están más avanzados que nosotros en estos temas, pero es una batalla que tenemos que dar incluso en los convenios colectivos, al igual que tenemos que darla para proteger las carreras de las compañeras.

No puede ser que una trabajadora de este sector no logre evolucionar a lo largo de 30 años de labor.

Los compañeros se van deconstruyendo en este momento para construirse como hombres verdaderos, que acompañan a una mujer a la que valoran como su par.

El sindicato sigue dando esa pelea. No es fácil, pero hay que seguir dándola, con nuevas ideas, con una nueva agenda. Tenemos sobre nuestra espalda toda la garra de esas mujeres argentinas que luchan por sus derechos.

Orgullo de ser del sindicato

-La pandemia no fue un impedimento para que el sindicato avanzara…

-La pandemia no nos paró porque la vida de los trabajadores debe mejorar. Ese es el ideal que tenemos como sindicato. Tenemos una responsabilidad.

Fue lo que hicimos en Salto, en la provincia de Buenos Aires, cuando creamos un camping en un predio de casi cuatro hectáreas y le pusimos inversión en beneficio de nuestros afiliados y sus familias, con servicios de todo tipo (desde deportólogos hasta médicos de diversas disciplinas y una biblioteca con más de 2.000 libros).

Los hijos de los trabajadores se sienten orgullosos de ir a ese camping tan lindo que se construyó gracias a la cuota sindical de su viejo, de su vieja.

El día a día de la patria grande

-Felicitaciones por todo lo que vienen realizando y a seguir en la lucha.

-Le agradezco a la UITA, en particular a nuestro compañero secretario regional Gerardo Iglesias, que en la pandemia siguieron trabajando a full, y nos acompañaron en la inauguración de la plaza Luis Bernabé Morán.

Y también agradezco a La Rel, que está ahí para contarles a los trabajadores lo que sucede a nivel internacional. No podemos perderlo, porque cada uno de los compañeros sufre en sus diferentes lugares pero tienen que sentir que no están solos y para eso está La Rel.

Algo que parece a veces tan lejano como la patria grande se hace cercano cuando tenemos novedades del mano a mano de los compañeros de otros lugares.

Esa es la lucha que debemos dar: seguir militando, seguir trabajando, creyendo que todo puede cambiar si unimos bien a las bases como las tenemos que unir.

Comentá la nota