El jueves al mediodía, casi en forma inadvertida, el líder de los peones de taxi, Omar Viviani, pasó por la Casa Rosada en busca de detener la actividad de Uber.

Ocurrió un día después de la difusión de un fallo judicial que intimó al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, a que informe las medidas tomadas respecto a una medida cautelar contra Uber y a que frene la actividad en la Ciudad de Buenos Aires.

El jefe del Sindicato de Peones de Taxi, acompañado por representantes de cuatro cámaras de taxistas, se reunieron con Rogelio Frigerio y otros funcionarios del Ministerio del Interior con quienes hablaron sobre el fallo judicial, sobre la caída de la actividad en el sector, reclamaron una postura fuerte de parte del Gobierno y "resoluciones determinantes".

"Es una empresa fantasma" se oyó quejarse a los taxistas que si bien reconocieron que la AFIP está empezando a controlar creen necesaria una mayor firmeza, publicó Infobae sobre el cónclave secreto.

Según pudo saber InfoGremiales, en Cambiemos la percepción es que de alguna manera hay que regular las actividades de plataforma, sobre todo en el territorio porteño. Sin embargo el contexto de un año electoral hace que todo se postergue. No hay que tocar nada que pueda generar un ruido innecesario en campaña.

Aunque fue un diálogo cordial, Viviani dejó en claro que su candidato a presidente es Juan Manuel Urtubey. Incluso esa decisión es la que lo llevó a romper con el MASA y aliarse con un núcleo muy pequeño de gremios que es la que impulsa la aventura electoral del salteño.