El Gobierno habilitó un espacio de diálogo social con gremios

El Gobierno habilitó un espacio de diálogo social con gremios

Convocó por decreto una comisión a la que se sumarán empresarios; Sica compartió un encuentro con la cúpula de la CGT para intentar destrabar el proyecto de blanqueo laboral

 

En tren de evitar una escalada de conflictos sindicales y abrir un canal de intercambio más amplio, el Gobierno habilitó por decreto la Comisión de Diálogo Social para el Futuro del Trabajo, integrada por representantes del Estado, las principales cámaras empresarias y las centrales obreras.

La medida, publicada en el Boletín Oficial, fue presentada ayer en el marco de los 100 años de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), impulsora de este tipo de acuerdos en los 187 países en los que tiene representación.

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A Dante Sica la ocasión le resultó inmejorable para contrarrestar las versiones sobre su posible salida del gabinete de Mauricio Macri . Pero, también, para exhibirse con dirigentes de la CGT que no avalan el paro de actividades al que convocó Hugo Moyano para el 30 del actual.

El ministro de la Producción y Trabajo escenificó el "diálogo social" en un panel con el sindicalista Gerardo Martínez (Uocra) y el empresario Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Unión Industrial. Coincidieron en la necesidad de "institucionalizarlo" y en el desafío de resolver los problemas urgentes de la informalidad laboral y la inflación.

Antes de la exposición en la Usina del Arte, donde se realizó el acto de la OIT, Sica tuvo un encuentro furtivo con la cúpula de la CGT para intentar destrabar el proyecto oficial sobre blanqueo laboral, que quedó al borde de un nuevo fracaso tras la ausencia de los jefes sindicales para avalar la iniciativa en el Senado.

Ante el ministro, los sindicalistas argumentaron que el proyecto sufrió modificaciones de último momento que no figuraban en el borrador inicial, vinculadas a la deuda de los aportes patronales no realizados. Señalaron a Funes de Rioja, el representante de los empleadores, como el artífice de la jugada.

Héctor Daer, uno de los referentes de la central obrera, evalúa darle una segunda oportunidad al plan para registrar trabajadores, que se trataría otra vez en comisión el martes próximo. El curso de la iniciativa, sin embargo, es aún más incierto, ya que los bloques opositores en los diputados no le darían vía libre en caso de superar el escollo en el Senado, según fuentes sindicales y legislativas.

Un debate incómodo

"Es un debate que incomoda al oficialismo porque algunos lo ven como una maniobra de Sica. Pero tampoco los empresarios quieren el blanqueo porque hoy su prioridad es otra: la reactivación económica", dijo un sindicalista al tanto de la negociación. Si el proyecto de blanqueo laboral queda finalmente en el camino, sería otro dolor de cabeza para el Gobierno.

El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, le habría dado su palabra al Fondo Monetario Internacional de que la iniciativa prosperaría y que serviría como una clara señal según los sindicatos y los empresarios.

Durante el festejo de la OIT, Funes de Rioja despejó cualquier tensión. Pidió "la institucionalización del diálogo social y ejemplificó su importancia con el acuerdo salarial que sellaron en 1989 con la CGT en medio de un contexto de hiperinflación. Martínez, en tanto, reforzó el pedido para formalizar el ámbito de diálogo como atajo para resolver los problemas del empleo. Y habló de la inflación como "el impuesto de la pobreza".

 

 

Sica cerró con los desafíos que plantean los avances tecnológicos y abrió, así, una puerta para discutir reformas en los convenios colectivos de trabajo. Sorprendió cuando mencionó a Carlos Tomada, el exministro de Trabajo durante el kirchnerismo, y valoró su gestión. "Es el decano, generó buenas políticas", lo elogió al legislador porteño que siguió el acto desde la primera fila.

 

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