El nuevo convenio se aplica a centenares de actividades profesionales, entre ellas educadores, conductores de autobuses, empleados de piscinas, bomberos, enfermeros y personal de asistencia en geriátricos, administrativos, trabajadores de plantas de tratamiento de aguas, silvicultores o incluso médicos, informó la agencia de noticias DPA.

El acuerdo llega luego de un gran paro a fines de marzo y tiene una vigencia de dos años, así que durante ese tiempo quedan descartadas las huelgas a nivel federal y municipal en esos sectores.

Según el convenio, los empleados públicos recibirán 3.000 euros (3.330 dólares) en pagos únicos libres de impuestos para amortiguar los efectos de la inflación, que se cobrarán de forma escalonada a partir de junio, y a partir de marzo de 2024, sus ingresos aumentarán al menos otros 340 euros al mes.

Tras meses de disputas, las partes negociadoras del Gobierno federal, las autoridades locales y los sindicatos adoptaron a última hora del sábado los puntos centrales de la recomendación arbitral publicada la semana pasada.

En los últimos meses, los sindicatos alemanes paralizaron el transporte público, las guarderías, los hospitales y la recolección de basura con huelgas en todo el país en el marco del conflicto salarial.

"Se trata del mayor aumento de convenio colectivo del sector público en la historia de posguerra", declaró Frank Werneke, dirigente del sindicato Verdi, el más importante del sector servicios y segundo del país.

Los sindicalistas aún tienen que votar el compromiso alcanzado, pero Werneke se mostró convencido de que el acuerdo convencerá a los más de dos millones de afiliados.

El convenio supone un reto financiero para los ayuntamientos con problemas de liquidez.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Patronales Municipales (VKA, por sus siglas en alemán), Karin Welge, habló del "convenio colectivo más caro de la historia", que costará a las ciudades y municipios unos 17.000 millones de euros, y aseguró que este compromiso las hace llegar al "límite financiero", informó la agencia alemana DPA.

Para el Gobierno federal, el costo total del convenio para el periodo acordado ronda los 4.950 millones de euros.

"Hemos complacido a los sindicatos en la medida de lo posible en una situación presupuestaria difícil", señaló la ministra alemana del Interior, Nancy Faeser.

La negociación colectiva sigue en curso en otros sectores relacionados con el transporte.

Este lunes, el sindicato Verdi tiene previsto realizar una huelga de un día en el aeropuerto de Berlín para aumentar la presión sobre la patronal de la Asociación Federal de Empresas de Seguridad Aérea (BDLS, por sus siglas en alemán).

El trasfondo son las negociaciones para los empleados del área de seguridad aérea, control de pasajeros, control de personal y mercancías y áreas de servicio.

Verdi exige mayores pagos por trabajo nocturno, así como por sábados, domingos y festivos, y la regulación del pago de las horas extraordinarias del personal.

Además, el sindicato alemán de ferrocarriles y transportes EVG mantiene por su parte un conflicto con 50 empresas ferroviarias en la negociación de un convenio colectivo.