Ante la mención de la flexibilización laboral en la CGT reclama desactivar Gananacias

Ante la mención de la flexibilización laboral en la CGT reclama desactivar Gananacias

Desde la central obrera anticiparon la oposición a una reforma laboral que avanza a través de convenios sectoriales. Antes de debatirlo reclaman quitar el impuesto al sueldo

 

 

En la dirigencia de la CGT estiman que ante la mínima intención de gestiones por una reforma laboral corresponderá exigir entre otros términos una reforma tributaria que elimine el denominado impuesto al sueldo que lejos de comprender a menor cantidad de trabajadores  en abril alcanzó a más de 2.200.000 personas. En el abanico de posibles respuestas este tópico se considera crucial.

Esos más de 2 millones de contribuyentes comprenden a asalariados, jubilados y pensionados.

De las conclusiones que se proyectaron a partir del último encuentro de la cúpula cegetista y ministros del gabinete nacional en el Sindicato de Sanidad, no solo prevalece la expectativa de medidas para afrontar la crisis bajo Covid y el día después.  Ya expresada la negativa institucional de Azopardo para cualquier reforma laboral también se abren surcos para modificar convenios bajo el peso del desastre del empleo en todo el país.

Uno de los dirigentes con mayor experiencia del movimiento obrero José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) expresó que “habrá que adecuar algunas cosas para acompañar este proceso” en relación a la emergencia sanitaria, económica y social. Más allá de los dichos de Lingeri el debate puertas adentro de la central existió y existe sobre cómo afrontar la presión empresaria para modificar convenios. Con no pocos adeptos dentro del consejo directivo la moción, que fue planteada a la Casa Rosada, es activar una reforma impositiva, con núcleo en el impuesto a sueldo y ramificación a que se concrete el impuesto a las grandes riquezas que se desdibujó en las últimas semanas.

Dos fuentes cegetistas le reseñaron a este medio que las urgencias ante el escenario inédito, “no pueden permitir el avasallamiento de derechos que costaron décadas para concretarse”, de ahí la pretensión de habilitar un diálogo sobre nuevas condiciones obliga a una contraparte.

Con los datos oficiales respecto al pago del impuesto a las Ganancias para la cuarta categoría, en abril pasado, ya bajo pandemia, hubo 2.216.793 contribuyentes que lo abonaron. La comparación respecto a 2015 para el mismo mes remite a la cifra de 1.181.833 personas bajo esa quita.

Lingeri a la hora de analizar el presente y futuro inmediato de país no dudó en afirmar que "queremos tener un empresariado nacional. Tiene que haber reformas impositivas y nosotros también tendremos que adecuar algunas cosas para acompañar este proceso", durante una entrevista con Radio Rivadavia. La voz del referente de Servicios Sanitarios es compartida por organizaciones sindicales incluso que no forman parte de las más cercanas su sector.

Más que un dato a tener en cuenta, ya que en razón de “poroteo simple” otro dirigente le dijo a este medio “es de manual, si vamos a perder que sea por la menor diferencia posible, amén de este desastre, porque algo le tenemos que llevar a la gente que representamos”.

Sin embargo y atento a una mirada más amplia del fenómeno económico y social del país y la región otro referente sindical dejó su parecer: “Nadie duda del reclamo, ahora en tiempos de crisis y la que vivimos tiene el carácter de inédita, para estos tiempos cualquier reclamo que emerja como sectorial adolece de mezquino, inclusive para algo tan injusto como el impuesto al sueldo”.

Y allegados a la Corriente Federal (CFT) a cuenta de la reforma impositiva, desempolvan el proyecto que elaboró la CGT adherida al kirchnerismo bajo gestión de Cristina Fernández a cuento de que “nos decían que no era tiempo político de este tipo de medidas”. Ese paper también proponía eliminar el impuesto al sueldo y no prosperó.

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