Antes de irse a China, Diego Giuliano destraba fondos para los paradores de Hugo Moyano

Antes de irse a China, Diego Giuliano destraba fondos para los paradores de Hugo Moyano

Transporte aprobó el régimen de financiamiento estatal para la construcción de paradores de camiones. Gestión por créditos chinos y ataque de La Fraternidad.

Por Antonio Rossi

A poco más de un año de haber puesto formalmente en marcha el proyecto y a menos de tres meses de las PASO, el ministerio de Transporte comandado por el massista rosarino Diego Giuliano aprobó el “régimen de asistencia técnica y financiera” (RAP) para que comiencen a fluir los fondos estatales a los emprendimientos del programa de Red de Paradores de Camiones y Nodos Logísticos de Cargas.

Mientras terminaba de armar la valija para viajar a China con la comitiva encabezada por el ministro de Economía, Sergio Massa, el titular de Transporte convalidó el sistema de pagos y desembolsos económicos que regirá para la construcción de paradores y playas logísticas en las principales rutas del país que tendrán como principales beneficiarios al gremio de Camioneros, manejado por Hugo Moyano, y al empresariado del autotransporte de cargas.

Por medio de la resolución 14 de la Secretaría de Articulación Interjurisdiccional, la cartera de Giuliano abrió el grifo presupuestario para “todo proyecto vinculado con la implementación de centros de descanso y asistencia en ruta, a la potenciación de centros ya existentes y al desarrollo de nodos logísticos intermodales en puertos secos y terminales portuarias”.

La nueva normativa establece que el RAP tendrá por objeto “brindar asistencia técnica y financiera a los gobiernos provinciales, municipales, a la Ciudad de Buenos Aires, empresas públicas y estatales, consorcios de gestión privados y concesionarios de servicios públicos” que lleven adelante el “diseño y desarrollo de paradores y nodos logísticos que brinden servicios al autotransporte de cargas en todo el territorio nacional para que facilitar el cumplimiento de las exigencias de descanso y la apoyatura a la actividad camionera”.

Tras precisar que la ejecución de los proyectos no podrá demorar más de 12 meses, la resolución de Transporte habilitó el acceso a la financiación estatal de un amplio abanico de opciones que abarca “tanto a nuevas infraestructuras, como a instalaciones ya existentes que se encuentran emplazadas estratégicamente en términos territoriales y de servicios al transporte”.

El origen de los fondos

Los fondos para los paradores y centros logísticos provendrán de la herramienta de financiación oficial creada en abril del año pasado bajo el nombre de Sistema Integrado de Mejora y Profesionalización del Autotransporte de Cargas (Simpac).

Por medio del decreto 194/22, la administración de Alberto Fernández redireccionó el 6,5% de la recaudación del impuesto sobre los combustibles que alimenta el Sistema Integrado de Transporte” (SIT) para "financiar la reducción de los costos regulatorios de la actividad del transporte de cargas, el fomento del primer empleo para conductores profesionales de entre 18 y 21 años y la implementación de medidas de profesionalización del sector".

El “Programa Puntos de Asistencia en Ruta al Autotransporte Registrado” (PARAR) contempla la creación de 67 paradores separados por una distancia promedio de 180 kilómetros.

De ese paquete total, 21 están proyectados en las autopistas y rutas nacionales con peaje; 34 en rutas sin peajes y 12 en los sitios de frontera. Los técnicos que diseñaron el proyecto perfilaron cuatro categorías de paradores. Los más pequeños tendrán entre 2 y 3 hectáreas y podrán recibir entre 20 y 50 camiones. Luego siguen los que tienen un tamaño “mediano” de entre 4 y 6 hectáreas para albergar hasta 100 camiones. En tercer lugar, se encuentran los paradores “grandes” de hasta 10 hectáreas y playa de estacionamiento para 200 camiones. Por último, figuran las “áreas de interfaz logística” que pueden ocupar hasta 20 hectáreas y atender 400 camiones.

Los proyectos más avanzados, que cuentan con el apoyo del gremio de Camioneros, se localizan en las principales rutas nacionales que atraviesan las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Tras la aparición del “régimen de asistencia técnica y financiera”, se estima que en las próximas semanas ya podrían salir a la luz las aprobaciones oficiales para el debut de los primeros paradores.

El freno chino

Más allá del guiño concedido a Moyano y a las empresas del sector, Giuliano viajará a China con Massa con un objetivo saliente: destrabar los desembolsos del megacrédito de US$ 2.470 millones para obras de modernización ferroviaria que el gobierno de Xi Jinping y la compañía China Machinery Engineering Corporation (CMEC) tienen frenados desde principios de año debido a la elevada tasa de riesgo país y la pérdida de reservas que registra Argentina.

Se trata de los fondos previstos en la denominada “Addenda V” destinados a financiar un total de 16 obras de infraestructura y renovaciones de vías de la red del Belgrano Cargas que se encuentran semidetenidas y estancadas por falta de pago. La más destacada y que más ruido político generó es la obra del Circunvalar de Santa Fe. La lleva adelante la estatal ADIF, que maneja el massista bonaerense Martín Marinucci y, tal como explicó Letra P, ha quedado paralizada hasta nuevo aviso.

Junto con la reanudación del préstamo, Giuliano también buscará acordar las condiciones de financiamiento para la adquisición de 50 nuevas triplas diésel eléctricas que la empresa estatal SOFSE adjudicó al grupo CRRC por un valor total de US$ 300 millones.

En la previa de su partida a China, el ministro se topó con un sorpresivo y furioso cuestionamiento del sindicato de maquinistas La Fraternidad. “Hace largo tiempo que nuestro sistema ferroviario sufre la incompetencia de quienes, designados por el poder político, manejan el destino del medio de transporte más estratégico de nuestra Nación”, advirtió el gremio conducido por Omar Maturano.

Apuntando directamente a Marinucci como titular de la empresa operadora SOFSE, el gremio destacó que “resulta un problema medular la permanente falta de repuestos, la mora en los pagos a proveedores por varios millones de pesos y el ineficaz sistema de compras que ralentiza la llegada de todas las piezas para la seguridad de nuestros trenes”.

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