Empleados de las líneas El Nuevo Halcón (148 y 502) de Florencio Varela bloquearon las cabaceras de la línea MOQSA en Berazategui, también en reclamo por sueldos y aguinaldos.
Los choferes de la línea MOQSA, pertenecientes a El Nuevo Halcón (Líneas 148 y 502), reclamaron en la cabecera que la empresa de transportes tiene en la localidad de Berazategui, denunciando que la empresa descuenta las cuotas alimentarias pero no las deposita.
Desde las primeras horas de hoy, trabajadores de la empresa El Nuevo Halcón iniciaron un bloqueo en las cabeceras de salida. Esta acción impidió que las unidades de las líneas 159, 219, 300, 372, 584, 603 y 619 pudieran iniciar sus recorridos habituales, dejando a pie a miles de usuarios que dependen de estos ramales para conectar Quilmes, Berazategui y Florencio Varela con la Ciudad de Buenos Aires.
El conflicto se dio en la noche del 29 de diciembre cuando los empleados nucleados en la Unión de Transporte Automotor (UTA) bloquearon las cabeceras de MOQSA en la avenida 14 y Belgrano.
Entre los reclamos, los trabajadores de las líneas denuncian además la existencia de deuda de sueldos, aguinaldos y viáticos.
«Lo más grave, sin embargo, es que apuntan que la empresa descuenta las cuotas alimentarias pero no las deposita«, aseguraron.
El origen del reclamo: Sueldos y subsidios
El eje del conflicto es la falta de pago de salarios. Los choferes de las líneas 148 y 502 sostienen la medida de fuerza desde hace ocho días ante la falta de respuestas.
Por su parte, la empresa MOQSA ha manifestado que la mora salarial no es una decisión arbitraria, sino una consecuencia directa del incumplimiento del Estado Nacional en el giro de los subsidios al transporte. Según la firma, el retraso en estas partidas financieras les impide cubrir los costos operativos y las obligaciones laborales básicas.
Panorama incierto para el cierre del año
Mientras los trabajadores aseguran que no levantarán el bloqueo hasta que los haberes sean depositados, los usuarios se ven obligados a saturar servicios alternativos como el Ferrocarril Roca o recurrir a transportes privados y el Gobierno sigue sin intervenir.
Hasta el momento, no se ha dictado una conciliación obligatoria que permita retomar el servicio, y el clima en las terminales sigue siendo de alta incertidumbre.
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