Controladores aéreos anunciaron diez paros parciales que afectarán los vuelos hasta fin de mes

Controladores aéreos anunciaron diez paros parciales que afectarán los vuelos hasta fin de mes

En medio del reclamo salarial que mantiene, el gremio de controladores aéreos definió un plan de lucha con paros de tres horas.

 

La Asociación Técnicos y Empleados de Protección y Seguridad a la Aeronavegación (Atepsa), el gremio de los controladores aéreos, anunció un cronograma de medidas de fuerza en medio del conflicto salarial que mantiene, con nueve paros de tres horas distribuidos entre este viernes y el sábado 30 de agosto.

De esta manera, los vuelos suman una nueva complicación, luego de que esta misma semana el gremio de Pilotos comunicará que llevará a cabo un paro.

Las acciones gremiales de Atepsa se confirmaron tras el fracaso de la negociación paritaria. Y la Asociación destacó que la medida “sólo afecta despegues de aeronaves, es decir que se restringen las autorizaciones de aeronaves y vehículos en tierra. No se recibirán ni se transmitirán planes de vuelo en los horarios publicados”.

Además, agregó: “Quedan exceptuadas de la medida todas las operaciones de aeronaves que eventualmente se declaren en emergencia, como aquellas que presten servicio sanitario, humanitario, de estado y/o búsqueda y salvamento”.

Los diez paros de controladores aéreos

El cronograma difundido contempla las siguientes fechas y horarios para las medidas de fuerza, que comenzarán este viernes:

Viernes 22 de agosto, con restricciones de 13 a 16 y de 19 a 22.Domingo 24, en los mismos horarios.Martes 26 habrá afectaciones de 7 a 10 y de 14 a 17.Jueves 28 se aplicará entre las 13 y las 16 y de 19 a 22.Sábado 30 volverán a suspenderse los despegues de 13 a 16 y de 19 a 22, por última vez.

Los vuelos empezarán a verse afectados este viernes por los paros de controladores aéreos.

A principios de julio pasado, ante la amenaza de paros durante las vacaciones de invierno, la Secretaría de Trabajo había dictado la conciliación obligatoria por 15 días y el plazo se extendió luego dos semanas más, pero el resultado de la mediación no fue el esperado. 

Así fue que, mientras se ofrecía una pauta salarial en torno al 1% mensual, en línea con el resto del sector público, desde el gremio afirmaban que las medidas solo se iban a suspender si había “una propuesta salarial decente”. Eso no ocurrió.

Ahora, si bien fuentes oficiales resaltaron que se están haciendo reuniones para destrabar el conflicto, todavía no hay definiciones. Dado que los controladores aéreos son servicio público esencial, el cronograma presentado es consensuado con las autoridades.

El comunicado de Atepsa

Atepsa remarcó que el plan de lucha fue “aprobado por unanimidad en el Plenario Nacional de Delegados”, y se decidió “finalizada la segunda conciliación obligatoria, incluida su prórroga, y ante la persistente negativa de las autoridades de presentar una propuesta salarial sin condicionamientos”. 

A la vez que sostuvo que la «organización ha actuado con responsabilidad institucional en cada una de las instancias administrativas y legales disponibles”.

Sin embargo, ante la falta de respuestas, afirmó que coninuará «con el plan de lucha presentado, en defensa de los derechos de los trabajadores y con el objetivo de alcanzar una justa y necesaria recomposición salarial”.

El otro conflicto en curso

En tanto, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), cuya conciliación obligatoria también finalizó este lunes después que se estableciera una prórroga, advirtió que se considera «en libertad de acción para convocar a un paro nacional de pilotos que afectará a todos los servicios, cuya fecha será anunciada oportunamente“.

En ese contexto, desde la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) informaron que “luego de una primera reunión con APLA realizada la semana pasada, se convocó a una nueva mesa técnica de trabajo que se llevará a cabo en los próximos días, con la participación de APLA, Aerolíneas Argentinas, American Jet, Andes y autoridades de ANAC”.

El objetivo, aseguraron, “es trabajar en la reglamentación de los decretos que reclama el sindicato y en la implementación del Sistema de Gestión del Riesgo de Fatiga (FRMS), siempre garantizando la seguridad operacional. Se busca generar un espacio de diálogo técnico y colaborativo que permita abordar las diferencias entre las partes”.

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