El ministro de Trabajo bonaerense, Walter Correa, salió a cuestionar con dureza la reforma laboral que impulsa el Gobierno nacional y advirtió que el proyecto “es un ataque directo a los derechos de trabajadores y trabajadoras”. En una entrevista con Ámbito, el funcionario aseguró que la iniciativa busca “cercenar derechos para quebrar a la clase trabajadora” y que la Casa Rosada pretende “volver a un país previo a las conquistas laborales”.
Según explicó al diario Ámbito, el borrador oficial “no tiene sentido en el contexto regional ni mundial”, en referencia a la tendencia global a jornadas reducidas y mayores estándares de conciliación entre vida laboral y personal. “Cuando el mundo decide reducir horas, el Gobierno de extrema derecha de Milei nos quiere llevar a un preperonismo, cuando los trabajadores no tenían conquistas ni derechos”, señaló.
Correa alertó que habilitar jornadas de 12 o 13 horas, alterar convenios colectivos o permitir cambios de tareas sin acuerdo previo “solo busca fragmentar el modelo sindical y desarticular reclamos colectivos”. Recordó, además, que “desde 1976, todos los gobiernos de derecha pidieron flexibilizar para atraer empleo, pero nunca ocurrió”.
Frente a la posibilidad de que se intente regular el derecho de huelga y limitar asambleas en los lugares de trabajo, el ministro habló de un escenario grave: “Es parte de un combo de precarización democrática. Este Gobierno roza lo totalitario”, sostuvo en declaraciones al mismo medio. Y agregó: “Van contra los trabajadores porque son el núcleo del peronismo”.
En esa línea, reivindicó el rol futuro del movimiento obrero y del peronismo: “Tengo esperanza en que el movimiento peronista genere los anticuerpos para rechazar esta intención de llevar a los trabajadores al preperonismo, y lo mismo la CGT”, dijo a Ámbito.
Correa también rechazó los argumentos económicos del Ejecutivo, como la baja de aportes patronales y la creación de un fondo de cese. “Lo mismo dijeron Martínez de Hoz, Machinea, Cavallo y Macri. El único ejemplo real es Néstor y Cristina: se generaron 5 millones de puestos de trabajo sin cambiar una coma”, afirmó.
Sobre los cambios en las vacaciones, el ministro aseguró que fragmentarlas “es una pérdida de derechos” y que la intención del Gobierno es “quebrar a la clase trabajadora para llevarla al preperonismo y a una neocolonia”.
Finalmente, sostuvo que la Provincia mantendrá una postura firme. “Con Kicillof vamos a defender los derechos laborales. En la Provincia no se despidió un solo trabajador”, remarcó. Y volvió a cuestionar las promesas de inversiones: “Antes de filosofar, que se pongan a la par de un trabajador 9 horas en una línea de producción. Después discutimos”.

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