Panaderos CABA y la gerencia de Las Medialunas del Abuelo se encontraron en la virtualidad para negociar las paritarias correspondientes al último tramo del año, y cuando comúnmente las tensiones se generan entre el gremio y la patronal, en este caso, los delegados de una de las panificadoras más importantes del país se cruzaron con su propia conducción.

El Ministerio de Trabajo de la Nación fue quien debió mediar los nervios entre los trabajadores de LMDA y la Unión Personal de Panaderías CABA. Los delegados en representación de alrededor de 120 compañeros propusieron un aumento de 25 mil pesos remunerativos y desde la conducción porteña, encabezada por José Luis Sánchez, comenzaron a interceder con la excusa de que estaban atravesando cuestiones internas y por ello no existía acuerdo en cuanto a la propuesta. Cosa rara si las hay, ya que en líneas generales las posturas suelen ser unificadas de cara a enfrentarse a una patronal.

El empresario fabricante de medialunas, de nombre Raúl, observaba atónito el desencuentro. Sánchez y un grupo de dirigentes del gremio objetaban permanentemente la postura de los delegados.

El resultado final fue un cuarto intermedio hasta la semana que viene. Pero la reunión tuvo sabor a victoria parcial para los empleados. De los $25.000 remunerativos exigidos por la parte trabajadora, la contraoferta fue 10 mil no remunerativos en octubre, con el compromiso de sumarlos al sueldo básico desde el mes siguiente, y con la principal oferta aun en pie y en proceso de negociación. Es decir, obtuvieron la mitad de lo propuesto y con un campo que quedó totalmente fértil.

El gremio porteño no se sumó a la iniciativa de los trabajadores pero sí los delegados pujaron por el aumento. El Ministerio de Trabajo fijó la audiencia para la semana que viene para –en principio- darle final a la paritaria de Panaderos en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires.