Desgarrador testimonio de un despedido de ILVA ante la CGT en el acampe: “Mi hija es discapacitada; hace 80 días ruego a Dios que no le pase nada porque no tengo dónde llevarla”

Desgarrador testimonio de un despedido de ILVA ante la CGT en el acampe: “Mi hija es discapacitada; hace 80 días ruego a Dios que no le pase nada porque no tengo dónde llevarla”

El relato de un trabajador expuso la extrema vulnerabilidad que atraviesan las 300 familias afectadas por los ceses en la fábrica ceramista de Pilar, en medio de un acampe que ya supera los 80 días. La conducción cegetista inició gestiones con autoridades y empresarios y anticipó un encuentro en Azopardo para intentar encaminar una salida.

El conflicto en la ceramista ILVA sumó en las últimas horas uno de los testimonios más conmovedores desde que comenzaron los despidos masivos. En medio del acampe que los 300 trabajadores sostienen desde hace 84 días frente a la planta, un operario despedido expuso entre lágrimas la situación desesperante que atraviesa su familia. Sus palabras fueron escuchadas por el cosecretario general de la CGT, Cristian Jerónimo, quien visitó este miércoles el acampe como parte del nuevo esquema de territorialidad que la central obrera comenzó a desplegar en los principales conflictos laborales del país.

“Hace 80 días que estoy rogándole a Dios que no le pase nada a mi hija que es discapacitada. No tengo donde llevarla y estoy sin un mango en mi casa”, expresó el trabajador ante Jerónimo y otros dirigentes sindicales. Con la voz quebrada, relató que su hija, de 25 años, requiere cuidados permanentes: “Le cambiamos los pañales, le damos de comer con mi señora… trato que la cabeza no me reviente, pero hace 80 días pienso solo en mi hija”. El drama familiar motivó un pedido urgente: “Necesitamos una respuesta concreta y una solución lo antes posible porque ya no damos más”.

 

Una CGT que vuelve a los conflictos

La visita a ILVA fue la primera de una serie de recorridas que la nueva conducción cegetista se propone realizar en distintos establecimientos del país que atraviesan crisis laborales. Jerónimo llegó acompañado por el referente de la UTEP, Alejandro “Peluca” Gramajo; José Minaberrigaray (SETIA); Pablo Flores (AEFIP) y dirigentes de Municipales. También participaron representantes de la Federación de Ceramistas, que acompañan el conflicto desde el primer día.

Los trabajadores recibieron a la delegación con muestras de alivio. “Que ustedes estén acá nos da esperanza”, expresó una de las operarias despedidas. La presencia de la CGT significó no solo apoyo político sino también un aporte económico al fondo de huelga, clave para sostener las necesidades inmediatas de las 300 familias afectadas.

En ese marco, los despedidos organizaron un sistema transparente para administrar las colaboraciones: difundieron un alias de Mercado Pago (despedidos.ilva) registrado a nombre de Jesica Florencia Pereyra, esposa de Cristian Manrique, uno de los operarios con mayor antigüedad. Manrique fue elegido por sus compañeros para manejar los fondos, en un gesto de confianza y organización colectiva en medio de la emergencia.

Jerónimo fue contundente al trazar el rol que pretende para la central obrera: “La CGT tiene que estar donde nos necesitan los laburantes. Hay que construir una representación que defienda los intereses de los trabajadores y eso es pelear contra los empresarios inescrupulosos que se aprovechan para echar compañeros sin pagarles lo que corresponde”.

Gestiones políticas y acercamientos con la empresa

El dirigente reveló que ya hubo comunicaciones con distintos niveles del Estado y actores empresariales. “Recién estuvimos con el intendente, hablamos con el Ministerio de la provincia, con la Secretaría de Trabajo de la Nación… Vamos a involucrar a todos los actores necesarios para que estos tipos no se salgan con la suya”, aseguró.

Fuentes involucradas confirmaron a este medio que Jerónimo se comunicó directamente con el secretario de Trabajo de la Nación, Julio Cordero, y que desde la CGT hubo contactos con referentes de la UIA para mediar con los dueños de ILVA. Según trascendió, los empresarios manifestaron intenciones de reactivar la planta, lo que abre una instancia de negociación para encontrar una salida.

Una mesa en Azopardo en camino

De acuerdo a la información a la que accedió Data Gremial, la semana que viene podría concretarse en Azopardo una reunión entre los dueños de ILVA, los trabajadores y el Sindicato de Ceramistas, con el apoyo de la CGT. Una de las alternativas que se baraja es reactivar la planta con parte de los despedidos y acordar indemnizaciones para el resto, en el marco de la reestructuración que impulsa la empresa y su proceso de tecnificación.

Mientras tanto, el acampe continúa entre la incertidumbre, la angustia y la resistencia. Y, como lo expresó el ceramista que tomó la palabra en la asamblea, la pelea sigue: “Es angustiante. Las familias sufren, los compañeros sufren. Pero con apoyo vamos a aguantar lo que sea necesario: o volvemos todos adentro, o nos llevamos lo que nos corresponde”.

El testimonio del trabajador que pidió por su hija expuso crudamente lo que significa sostener una lucha obrera sin ingresos, sin respuestas y con 300 familias paralizadas por la emergencia. La CGT promete no retirarse hasta lograr una solución. Para los despedidos, la necesidad es urgente y vital.

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