Confirmó que descontará el día al que no trabaje y quiere tener las escuelas abiertas, sobre todo las que tienen comedores.
La pulseada entre la gobernadora María Eugenia Vidal y los gremios docentes , en la acostumbrada "película" de cada comienzo lectivo, ya derivó en el llamado a un paro para lunes y martes próximo, pero en el entorno de la mandataria provincial se trabaja a todo ritmo en procura de quebrar la adhesión a esa medida de fuerza. El objetivo del "vidalismo" para el lunes es puntual: conseguir que el paro no supere el 50% de adhesión, apoyando el foco en la escasa empatía que generan en la sociedad las demandas salariales de los maestros, y agitando además el descuento de los días no trabajados, y mantener al mismo tiempo las escuelas abiertas para lograr que el martes el porcentaje de trabajadores en huelga baje a menos del 30 por ciento.
La administración bonaerense reiteró este viernes que se descontarán los días a quienes lunes y martes no cumplan con sus funciones, agitando un tema que ya el año pasado impactó seriamente en los bolsillos de muchísimos docentes que pararon en el inicio de clases y a fines de marzo se encontraron con mucho menos dinero en sus cajas de ahorro salariales. Vidal ordenó que se agoten los recuros en procura de conseguir que las escuelas el lunes tengan sus puertas abiertas, sobre todo aquellas que cumplen un importante rol social porque cuentan con el servicio de comedores. Así planean que muchos padres envíen a sus hijos a las escuelas a comer, aumentando el descontento con los maestros y forzando el concepto que la mandataria ya destacó en su discurso en el inicio de las sesiones legislativas, respecto a que "los chicos no pueden ser los rehenes" de la negociación salarial con los gremios docentes más combativos.
Los maestros bonaerenses rechazaron las tres ofertas que realizó el Gobierno: la última de ellas contenía un aumento del 15% en tres cuotas, un plus de 6 mil pesos por presentismo y una "revisión" del acuerdo en octubre próximo, en función de la inflación acumulada hasta ese mes. Los gremios docentes insisten con incluir una cláusula "gatillo" en el acuerdo, que actualice en forma automática los salarios, si la inflación anual se ubica por encima del 15% pautado por el Gobierno nacional.
En el marco de un conflicto que tiende a agudizarse, el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, acusó a María Eugenia Vidal, de "estigmatizar, demonizar y atacar" a los maestros. Este viernes el ministro de Trabajo bonaerense, Marcelo Villegas, sostuvo que intentarán continuar las negociaciones durante el fin de semana pero garantizó que "el lunes las escuelas estarán abiertas y los comedores funcionarán"."La falta de un acuerdo total no puede ser motivo para que las clases no empiecen el lunes. Hay 3.3 millones de chicos, cientos de miles de familias, y hay que trabajar pensando en que son la prioridad", remarcó. Incluso el ministro de Economía Hernán Lacunza señaló este viernes que se acreditaron los 4500 pesos que el gobierno de Vidal estableció como "reconocimiento" a los maestros que el año pasado no hicieron medidas de fuerza, un pago que el sindicato de Baradel rechazaba en forma tajante.
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