En épocas cuando Daniel Scioli tenía la careta peronista, Sergio Massa era la esperanza del PJ y la reforma laboral era otro capricho de la Derecha, Jorge Sola se plantaba como vocero de la CGT y hoy, dos años y medio más tarde, la postura es…
…la misma. Sí, la CGT no ha cambiado su modo de ver en cuando a la Derecha se le ocurre modificar el sistema que rige las normas laborales en la Argentina. La dirigencia sindical suele decir que `el gran problema que tienen es que por Argentina pasó un presidente que se llamó Juan Domingo Perón”, y no es una frase hecha ni una doctrina basada en la soberbia, pero sí una realidad fáctica y comprobable.
Jorge Sola sobre la reforma laboral, durante 2023. Archivo Sonido Gremial
El acto del 1º de mayo de 2023 fue en el estadio de Defensores de Belgrano, con una CGT más dividida, con un Pablo Moyano por entonces integrante del triunvirato pero ausente en el Defe pero también con un estadio colmado, aun con casi todo el moyanismo sin aportar su cuota de folklore sindical (Camioneros sí puso la banda a cantar de las suyas desde las gradas). Ya la reforma laboral volvía a emerger como el renacer de una pretensión tozuda por parte del empresariado, aunque ya los Funes de Rioja y los UIA boys sabrían que esta era su oportunidad.
Jorge Sola mantuvo una línea constante sobre el tema, más allá de los cambios de escenario político y de su propio rol dentro de la CGT. En 2023, como secretario de Prensa y vocero de la central, respondió a las propuestas impulsadas por los sectores de la derecha en plena campaña electoral. Y en 2025, ya como cabeza del triunviro, vuelve a posicionarse frente a un Gobierno que reinstala, de manera obstinada, el debate, pero desde una perspectiva institucional y con la experiencia de haber frenado el capítulo laboral de la Ley Bases en enero de 2024.

2023: el anticipo, el rechazo y la defensa paritaria
Culminado el acto en Defensores y entrevistado por Sonido Gremial, el secretario general del Sindicato del Seguro cuestionó la posibilidad de una reforma laboral “general”, ligadas al Macrismo y a Javier Milei. Señaló que ese tipo de iniciativas “solo buscan bajar derechos” y defendió la negociación colectiva como el ámbito donde se actualizan las normas laborales.

Para el entonces vocero cegetista, la CGT no se negaba a debatir transformaciones, pero rechazaba cualquier intento de uniformar actividades “imposibles de uniformar” a través de una ley transversal. También reivindicó el esquema de indemnizaciones vigente en la Ley de Contrato de Trabajo y ubicó la discusión sobre la llamada “industria del juicio” fuera del campo sindical.
2025: la reforma laboral en plena carrera
Dos años después, ya con la derecha y Javier Milei en el Gobierno, Sola retomó los mismos argumentos desde su nuevo rol como secretario general. En su discurso de asunción, planteó que la reforma laboral vuelve a instalarse, aunque aclaró que la CGT se opondrá a cualquier iniciativa que replique el contenido del DNU 70/23, cuya aplicación fue frenada judicialmente tras la presentación de la CGT.
El de Venado Tuerto mantuvo el eje de 2023: aceptar la discusión sobre modernización siempre que no implique pérdida de derechos. Continuó exigiendo la necesidad de la de una mesa institucional tripartita —Estado, empleadores y sindicatos— y colocó a la CGT como un actor que alternará “la calle” y el diálogo, según lo requiera el avance del proyecto oficial.
Dos discursos, una misma línea
La comparación muestra que la postura de la CGT no modificó su contenido central. En 2023, Sola cuestionó las reformas transversales por regresivas; en 2025 mantiene la misma objeción frente a las versiones que impulsa el Gobierno. En ambos casos, la actualización del mundo del trabajo aparece ligada a la negociación paritaria, no a reformas generales de ley.
La diferencia está en el contexto: en 2023 respondía a propuestas electorales; en 2025 enfrenta un proyecto oficial concreto, con el antecedente a favor de Azopardo de la caída del capítulo laboral de la Ley Bases. Pero la posición doctrinaria —rechazo al retroceso y apertura a discutir cambios sin afectar derechos adquiridos— permanece sin variaciones.





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