Juan Pablo “Pata” Medina, el sindicalista duro que le envía mensajes al poder y teme volver a prisión

Juan Pablo “Pata” Medina, el sindicalista duro que le envía mensajes al poder y teme volver a prisión

El exjefe de la Uocra platense desafía con regresar al gremio pese a la restricción judicial; “Tolosa Paz se distanció de nosotros para ser como Vidal”, criticó a la candidata del oficialismo

 

Juan Pablo "Pata" Medina en su casa de Ensenadasilvana colombo - LA NACION

Desde la madrugada, la casa de los Medina se volvió un desfiladero de gente. Alteró los ánimos la aparición por redes sociales de un video intimidante en el que un grupo de personas enmascaradas y armadas amenazan de muerte a un juez y un fiscal si es que vuelven a encarcelar al gremialista. “Lo vamos a matar al juez, al fiscal, al hijo del juez y al que venga; a Iván Tobar y a la familia”, advierte uno de los supuestos seguidores del “Pata”.

Tras ver el video, Medina ordenó hacer una denuncia para que la Justicia investigue quiénes fueron los autores de la amenaza y repudió el mensaje. “Todos saben que Tobar es quien maneja la droga en la región. Esto se va a parecer a Rosario. ¿De dónde sacaron las ametralladoras y los chalecos de policía para hacer el video?”, lanza la pregunta retórica, algo descolocado por una maniobra que se la atribuye a su rival sindical en el terreno que hasta hace poco supo colonizar.

Barras y la disputa por la caja

Tobar es uno de los jefes de la barra brava de Estudiantes y con la caída en prisión del “Pata” Medina, en septiembre de 2017, armó una agrupación dentro de la Uocra platense y comenzó a obtener puestos de empleo para repartir entre su tropa en las grandes obras de La Plata y Ensenada, según confirman fuentes inobjetables del gremio. Esa es la raíz de su feroz disputa" class="com-link" data-reactroot="" style="box-sizing: border-box; margin: 0px; padding: 0px; border: 0px; font: inherit; vertical-align: baseline; outline: none; text-decoration-line: none; color: rgb(0, 116, 196); transition: all 0.2s ease-in-out 0s;">feroz disputa con los hijos de Medina, quienes con su padre en la cárcel intentaron tallar en el reparto de la bolsa de trabajo en el polo petroquímico, en la refinería de YPF y en la renovación del puerto. Cada tanto, esos asuntos se dirimieron a los tiros.

Gerardo Martínez, el jefe de la Uocra a nivel nacional, intervino la seccional platense en octubre de 2017, tras la caída de Medina. Está a cargo hoy del proceso de normalización el dirigente César Trujillo, a quien el sector del “Pata” vincula con Tobar. Podría haber elecciones recién en 2022. “Voy a volver al gremio de la mano de los trabajadores, no de los políticos”, desafía Medina, que no se resigna al retiro a pesar de las restricciones judiciales y sus 68 años.

La Uocra cuenta en todo el país con unos 260.000 afiliados que aportan mensualmente el 2,5% de su salario en concepto de cuota sindical. Cuando Martínez tomó el control de la Uocra nacional, en 1991, modificó el sistema de recaudación ante la delicada situación económica de algunas de las seccionales. Desde entonces, la administración central absorbe de manera automática el cobro de la cuota sindical y luego les transfiere los fondos a las seccionales para afrontar sueldos, gastos corrientes y mantenimiento. La medida no fue aceptada por igual por los jefes de las seccionales. En la mayoría de los casos generó disciplinamiento y verticalismo, pero en otros, como ocurrió con el “Pata” Medina, los empujó a convertirse en opositores y, a veces, a buscar sus propias formas de recaudación. “Gerardo cumplió al poner la intervención, pero los que están no conocen nada de la región”, dice el viejo líder, que tuvo a la seccional platense en un puño durante 16 años.

El sindicalista Juan Pablo "Pata" Medina en su casa de Ensenada junto con "Pampa", su perro dogosilvana colombo - LA NACION

Después de haber estado tres años y cuatro meses en prisión, Medina espera el juicio oral por extorsión, asociación ilícita y lavado de dinero. “Quiero que demuestren que tengo autos de alta gama, una Ferrari, un helicóptero y todo lo que dijeron”, se queja desafiante. Argumenta que su causa judicial fue orquestada por la gestión de Mauricio Macri y los servicios de inteligencia. “Estuve en la cárcel con [Amado] Boudou, [Fernando] Esteche, [José] López, el de los bolsitos, pero en la única celda que encontraron micrófonos fue en la 15, en la mía. Hubo espionaje y me presenté como querellante. Nunca me llamaron. No hay Justicia”, protesta.

Medina fue acusado por el juez federal Luis Armella de extorsionar a empresas constructoras para contratar los servicios de catering Abril SA, una empresa cuyo dueño, Juan Horacio Homs, fue señalado por el magistrado como el presunto testaferro del sindicalista. “Somos amigos, pero no quiere decir que sea mi testaferro”, reconoce el “Pata” durante la charla con LA NACION. Homs estuvo detenido solamente cinco meses y recuperó la libertad, según fuentes que conocen el expediente. El empresario también espera el juicio oral, como posible miembro de la cadena que lavaba dinero y activos.

LA CGT LE CIERRA LA PUERTA A LA CANDIDATA FAVORITA DE CRISTINA KIRCHNER

Al filo de volver a prisión por haber supuestamente incumplido la orden de no ejercer actividades sindicales, Medina envía señales políticas que advierten sobre las tensiones en las diferentes tribus peronistas. Dice que apoya al Presidente y a Cristina Kirchner, pero es muy crítico de Victoria Tolosa Paz, la precandidata a diputada nacional del oficialismo en la provincia y quien ya dijo que tiene aspiraciones de competir por la intendencia de La Plata. “Tolosa Paz tomó distancia de nosotros para salir en los medios, para ser como María Eugenia Vidal. Su pensamiento y accionar es igual al de Vidal”, dice molesto, algo enojado.

Su esposa Fabiola se mete otra vez en la conversación. Acerca un teléfono y muestra a Tolosa Paz, Axel Kicillof y Daniel Gollan rodeados de trabajadores de la Uocra en la Central Térmica de Ensenada. “Ves, esto es ahora. Están ahí, con Tobar”, señala la pantalla indignada. La central térmica está ubicada sobre la diagonal 74, donde se había reforzado la seguridad, a unos tres kilómetros de la casa del “Pata” Medina.

Nicolás Balinotti

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