Tras el previsible rechazo empresario a las iniciativas presentadas en el Congreso para fijar la reducción de la jornada laboral se sumó el Gobierno, en la voz del ministro de Producción, Matías Kulfas, que señaló que una iniciativa de ese estilo es "impensable" en Argentina.

Los proyectos en debate legislativo fueron presentados por diputados oficialistas de extracción sindical que defendieron la idea.

Bajando decibeles a la fricción expuesta, la diputada nacional Claudia Ormachea (FdT) señaló a BAE Negocios: "Bienvenido el debate pero esto recién empieza, soy parte del Frente de Todos y respeto las posiciones de todos y todas los compañeros, pero los proyectos tienen bases sólidas y la pregunta crucial es cómo afrontarán los trabajadores la salida de la pandemia".

Kulfas había sacado a la luz parte de las miradas que sobre dicha idea tiene la cartera laboral al mando de Claudio Moroni, y fue más allá al aseverar que "en los países donde hubo avances en este sentido son desarrollados y en general han incorporado un esquema de reducción proporcional del salario".

Sin sorpresas

Ormachea consideró que ni siquiera esas declaraciones de un integrante del Gabinete Nacional cierran el debate. La diputada del FdT y dirigente de La Bancaria propuso en su proyecto una jornada de 6 horas diarias y 36 semanales, en favor de redistribución del empleo y beneficios para la salud de los trabajadores y trabajadoras.

Su compañero de banca y autor del restante proyecto en marcha, Hugo Yasky, que va rumbo a renovar su lugar en la Cámara baja, fue más enfático para señalar la postura de Kulfas, como también apuntar al titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, quien como vocero de un amplísimo sector empresario "avisó" que además de impracticable, de progresar la reducción como ley la misma deberá aplicarse con una merma de salarios "directamente proporcional".

"No me sorprendió el rechazo de Kulfas a la reducción de la jornada laboral porque todavía hay miradas más conservadoras", ironizó Yasky en cuanto a las palabras del ministro.

Ante la consulta de El Destape Radio el sindicalista de extracción docente manifestó: "La mejor manera de superar la crisis determinada por la pandemia es con la generación de empleos y la mejora de salarios, algo que haría mover la rueda del mercado interno".

El también líder de la CTA de los Trabajadores propone en su proyecto una semana con 4 jornadas laborales y sustenta su hipótesis en la distribución del empleo y en el esquema económico que a su criterio no sólo promoverá más trabajo sino también al consumo "como potente motor de la reactivación" necesario para emerger de la crisis Covid-19.

Entre los dipusindicales la "simetría" entre las dudas de la cartera laboral, las palabras de Kulfas y las "descalificaciones" de Funes de Rioja o Teddy Karagozian son para tomarlas en su real dimensión "pero en modo alguno frenarán un debate legítimo que se merecen los trabajadores y trabajadoras argentinos".

Idea compartida

No son casos aislados las posturas del oficialismo a favor de la reducción, ni en los sindicalistas alineados al Gobierno como el flamante candidato a diputado y líder de la Asociación Bancaria Sergio Palazzo, como tampoco en el Ejecutivo de la Provincia de Buenos Aires.

Allí desde el gabinete de Axel Kicillof, la titular de Trabajo Mara Ruiz Malec reafirmó su mirada a favor de la reducción en un encuentro compartido con sindicatos industriales. Incluso entre esos dirigentes obreros la posibilidad del achique de jornada laboral tiene sus defensores y opositores. Los que están a favor consideran que los efectos positivos son elocuentes.

Por Luis Autalan