Metrodelegados: una historia de presión y rosca política bajo tierra

Metrodelegados: una historia de presión y rosca política bajo tierra

Los trabajadores del subte tardaron 90 horas para iniciar el primer paro del servicio en el año. En esta oportunidad, en la línea C. Responsabilidades compartidas con el Gobierno e intereses partidarios a costa de miles de personas

"Lo de siempre. Nada nuevo. El ranking de conflictividad línea por línea que hace Metrovías tiene a Néstor Segovia, de la C, como el número 1", asegura un funcionario de la ciudad de Buenos Aires a Infobae, ofuscado ante la inauguración de la temporada 2017 de paros en el subte, en este caso en la línea que une a Constitución con Retiro, la más utilizada por porteños y bonaerenses. El nuevo año tuvo solamente 90 horas de relativa calma en materia de transporte.

Este miércoles, a las 18, la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro (AGTSyP, más conocida como Metrodelegados) inició un paro por tiempo indeterminado en la línea C en reclamo de mejores condiciones de trabajo. Para el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, la medida de fuerza es "injustificada" y "excede a lo laboral". Fue más allá: aseguró que los trabajadores "denuncian cualquier cosa, todo el tiempo".

Los metrodelegados aseguran que en el marco de las obras que se realizan en la estación Constitución hay solo "un cuarto de 5 x 1,5 metros para 40 personas por turno; material inflamable, sin salida de emergencia para los usuarios, olores nauseabundo, baños químicos con derrame de líquidos, sin luz ni agua".

La relación conflictiva no es nueva ni exclusiva con las administraciones del PRO. Ganó en intensidad a medida que el Gobierno optó como medio de transporte de referencia el sistema de Metrobus y los metrodelegados, en tanto, utilizaron al subte como el escenario para dirimir conflictos gremiales o para marcar una posición ideológica y política. La gente, como siempre, de rehén.

"Lo de siempre. Nada nuevo". En agosto de 2012, una medida de fuerza paralizó todas las líneas durante una semana, el paro más largo en la historia del transporte bajo tierra, en medio de las negociaciones por las paritarias. A cargo del gobierno porteño estaba el actual presidente, Mauricio Macri. Antes y después, los paros se repitieron: liberaron molinetes y retuvieron formaciones para denunciar a la Unión Tranviaria Automotor (UTA) y reclamar el reconocimiento como sindicato por parte del Ministerio de Trabajo. Lo lograron.

En los últimos años se manifestaron por la falta de inversión en trenes y talleres, por las condiciones de seguridad. Pero también, por ejemplo, para fijar postura ante la discusión política por la ley de modificación del impuesto a las ganancias. De acuerdo con datos de Metrovías, a los que accedió Infobae, durante el 2014 se realizaron 21 paros; en 2015, 19; y en 2016, 15. Según los mismos delegados, el primer paro fue en 1997: lograron frenar un despido.

Desde el Ejecutivo apuntan a las intenciones políticas de los principales referentes de los metrodelegados: Roberto "Beto" Pianelli es afiliado a Nuevo Encuentro, el partido del ex titular del Afsca Martín Sabbatella, y forma parte de la CTA de Hugo Yasky; Néstor Segovia se afilió al partido Miles de Luis D'Elía; y Claudio Dellacarbonara (delegado de la línea B) es militante del PTS y fue candidato a senador y parlamentario del Mercosur por el Frente de Izquierda.

Por el paro en curso, Segovia y Pianelli fueron denunciados este jueves penalmente en la Justicia federal para que se investigue si incurrieron en los delitos de "entorpecimiento de servicio público", "extorsión" y "asociación ilícita". El juez federal Sebastián Ramos y la fiscal federal Paloma Ochoa se ocuparán de la denuncia que quedó radicada con el número 234/2017 y fue presentada por el abogado porteño Isaac Wieder.

En el 2012 hubo un intento por parte del macrismo para declarar al subte como un servicio esencial. La idea era evitar "cortes intempestivos". Los trabajadores -y el kirchnerismo, como el entonces ministro de Trabajo, Carlos Tomada- se opusieron porque limitaba el derecho a huelga. Tal vez sea una solución, tanto como más y mejor inversión.

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