Negociar con mesas separadas, la estrategia de la Casa Rosada

Negociar con mesas separadas, la estrategia de la Casa Rosada

Macri buscará dividir a los gremios más decididos a ir al paro en abril y abrir diálogos sectoriales

 

Dividir para desgastar, pero siempre en un marco de diálogo. El Gobierno apuesta a esa estrategia para intentar encapsular a los gremios más decididos a avanzar con el paro nacional. Así, la Casa Rosada se prepara para trabajar con varias mesas sectoriales antes de que la CGT confirme la fecha de la medida de fuerza.

El presidente Mauricio Macri y su equipo están convencidos del camino que eligieron. Pero al mismo tiempo una certeza se repite en cada despacho oficial: tampoco hay margen para más. Ese convencimiento licua el malestar ante el posible paro nacional. "Al día siguiente seguiremos hablando", desdramatizó uno de los hombres con acceso diario al despacho presidencial.

Después de una semana monopolizada por las movilizaciones, el Gobierno también ratificó que no convocará a la mesa de diálogo con la CGT y los empresarios. En la Casa Rosada desconfían de la representatividad de algunos sindicalistas y en especial de los integrantes de la Unión Industrial Argentina (UIA).

"Cada vez que les pedimos que firmen un compromiso se excusan diciendo que no pueden garantizar el cumplimiento del acuerdo. La UIA tuvo hasta el momento un pobre papel", confió uno de los encargados de redactar los acuerdos que se firmaron en el pasado y que desde la central obrera denunciaron que no se realizan.

Un ejemplo de esto fue el pacto que asumieron los empresarios de no despedir personal.

Ahora la negociación quedó en manos del ministro de Trabajo, Jorge Triaca , el encargado de realizar las invitaciones. El primer encuentro será el martes o miércoles, fecha aún a definir, y participarán Smata, la UOM, textiles, cerámicos y calzados. Se trata de los gremios que más sintieron el impacto por las importaciones.

Del encuentro también participará el ministro de Producción, Francisco Cabrera, uno de los funcionarios más criticados por la CGT. Pese a la presión para que Macri lo separe de su cargo, dos importantes integrantes del gabinete descartaron esa posibilidad. Incluso negaron cambios, por lo menos entre los ministros.

También está muy avanzado un acuerdo con las automotrices, similar al que se firmó por la explotación del yacimiento Vaca Muerta, que incluyó al Gobierno, al gobierno provincial, a los gremios petroleros y a las empresas del sector. Este modelo de acuerdos es el que aspira a replicar Macri.

Aunque con matices, lo mismo se aplica al conflicto docente. Si bien la responsabilidad es de los gobiernos provinciales, en la Casa Rosada siguen con especial atención lo que ocurre en territorio bonaerense. Como publicó LA NACION hace una semana, la estrategia es confrontar a la gobernadora María Eugenia Vidal , la dirigente con mejor imagen del país, con los sindicalistas y, en participar, con Roberto Baradel , líder de Suteba.

"No hay otra. No existe otra cosa posible. Ya lo dijo María Eugenia [por la gobernadora], la provincia está fundida", dijo a LA NACION uno de los principales asesores del jefe del Estado.

Pero la discusión salarial también está atada a otro de los objetivos que se planteó el Gobierno para este año: reducir el déficit fiscal. Una paritaria del 28%, número que podría destrabar el conflicto con los maestros, arrastraría toda la economía, según afirmaron cerca del Presidente.

"A nosotros nos eligieron para ordenar el desastre que dejó el kirchnerismo, no para que le demos a la maquinita [por la impresión de billetes]. Estamos haciendo lo que dijimos. La gente nos entiende y nos alienta", agregaron a LA NACION fuentes oficiales.

En el Gobierno no hay dudas de la intencionalidad en ambos conflictos. Respecto de la CGT, en la Casa Rosada se quejan de que los gremios plantean problemas que no existen. "Discuten sobre números que no son reales. Nosotros recuperamos las estadísticas nacionales. Se agarran de cualquier estudio o instalan cifras que no son verdad", protestó un encumbrado funcionario nacional.

En el caso de los maestros, para el Gobierno, la disputa es deliberada con la única finalidad de erosionar la imagen de Vidal y de Macri.

Pero, además, se reforzará el mensaje sobre las acciones positivas del Gobierno. Eso fue parte de lo que se habló en el encuentro del consejo nacional de Pro, el viernes, en el Club Sirio Libanés. Ahí, ante dirigentes macristas de todo el país, Vidal; el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el jefe de Gabinete, Marcos Peña, coincidieron en eso.

Mientras tanto, el Gobierno enfrenta una nueva semana con movilizaciones y tensión social. Pero en la Casa Rosada no se alarman. "No vemos un escenario de conflictividad social. Son tensiones lógicas por los cambios que estamos realizando", minimizaron.

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