Juan Manuel Compte

Bridgestone denunció penalmente a Alejandro Crespo, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna). Así lo difundió públicamente el propio gremialista, que mantiene desde inicios de año una nueva puja con la empresa, filial de la mayor fabricante de cubiertas del mundo.

"Compañeros, denunciamos enérgicamente que, en el día de hoy, se hizo presente un efectivo de la Policía Bonaerense a nuestra seccional de Llavallol, con una cédula de citación por una denuncia penal a nuesttro secretario general, Alejandro Crespo. El efectivo que trae la nota dice: 'De no comparecer, lo vienen a buscar con la fuerza pública'", denunció el Sutna, a través de un comunicado emitido en la noche del martes.

"Los trabajadores de Bridgestone y de todo el neumático, junto a su organización gremial, no vamos a permitir semejante aberración y atropello de parte de esta patronal, que actúa de manera irracional, y vamos a ir hasta las últimas consecuencias para defender tanto al conjunto de compañeros como así también a nuestra máxima representación", agregó.

"Llamamos al conjunto de trabajadores a estar en estado de alerta ante esta vil y cobarde maniobra de la patronal", agregó el comunicado, emitido por la seccional Llavallol del Sutna, donde está emplazada la planta de Bridgestone. Rápidamente, tuvo adhesiones de las otras dos seccionales del gremio relacionadas con fábricas: Merlo (Pirelli) y San Fernando (Fate). Además, hubo apoyos de seccionales del interior, como la de Córdoba.

Esta nueva escaramuza se produce a una semana de que se realizara la última audiencia entre Bridgestone y el Sutna por ocho despidos que hubo en la ex Firestone. Luego de una infructuosa reunión el miércoles 24, se agendó un nuevo encuentro en el Ministerio de Trabajo para el próximo jueves. La denuncia penal a Crespo pone clima de extrema tensión a su realización.

Es que el Sutna y la japonesa venían con varias pulseadas nuevas, luego del conflicto que el año pasado se extendió durante cinco meses y culminó en octubre, luego de la paralización absoluta de la producción de neumáticos en el país y, en consecuencia, también la de vehículos en dos de las principales exportadoras de la industria automotriz: Ford y Toyota.

El Sutna salió satisfecho de esa pelea, que llegó a costar el 50% de la producción de cubiertas. Obtuvo una mejora de 16% sobre la paritaria 2021-2022 -el origen del conflicto fue la revisión de ese acuerdo, originalmente pactado en el 50%- y, además, estableció un mecanismo de ajuste automático por IPC a partir de marzo, que le garantizó un mínimo de 10% por encima de inflación. Semanas atrás, Crespo difundió que el acuerdo le significó un ajuste del 126% a los sueldos de sus afiliados.

Pero, después de un par de tensiones a fines de diciembre, este año volvió a enfrentarse fuerte con Bridgestone. Por un lado, por la renegociación de un bono por productividad, establecido en el convenio colectivo de la empresa. Pero la pelea principal fue por las condiciones térmicas de la planta de Llavallol. El sindicato las denunció durante la ola de calor que hubo en febrero y marzo, lo que motivó inspecciones de la Provincia de Buenos Aires. 

Luego, reclamó ante el Ministerio de Trabajo de la Nación por ocho despidos que, según el gremio, fueron en represalia por esas denuncias e inspecciones. La empresa desvinculó un hecho con otro.

Entre fines de marzo e inicios de abril, el Sutna inició medidas de fuerza, con paros por turno en la planta. Paradójicamente, esos paros se hicieron en los mismos días en los que Bridgestone anunció el pago del bono por distribución de ganancias que está incluido en su convenio colectivo.  Se frenaron luego de la conciliación obligatoria que condujo a las audiencias que se desarrollan en estos días.

Este año, cada uno de sus empleados recibirá más de $ 1,2 millones, contra poco menos de $ 1 millón que cobró en 2022. La empresa explicó que la compensación podría haber sido mayor, debido a la productividad perdida durante el conflicto del año pasado. En algunas semanas, la japonesa llegó a tener niveles inferiores a los de 2019 con una dotación superior: a inicios de 2022, había tomado 350 personas para incrementar 40% su producción.