Mientras el radicalismo se sacude por las diferencias entre sus dirigentes, el ala dura del PRO suma a un aliado que viene del mundo sindical. Es que, después de múltiples conversaciones, Patricia Bullrich consiguió que un sindicalista se sumara a su armado político.

Se trata de Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFYB). “Me sumo al espacio de Patricia Bullrich, porque ella tiene lo necesario para modernizar el empleo”, dijo el gremialista en una entrega de premios que organizó y de la que participaron, además de la titular del PRO otras figuras del mundo político y sindical. Estuvieron Carolina Losada, Rubén Sobrero, Facundo Moyano, Vanesa Siley y Jorge Enríquez, entre otros.

“El modelo sindical argentino no va más porque hay 6 millones de trabajadores en negro y los 215 sindicalistas más conocidos se abroquelan en la CGT para mantener el poder, pero hay 3.000 organizaciones sindicales y el 90 por ciento somos desconocidas, pero cumplimos el auténtico papel de sindicalistas, sin excesos ni abusos”, dijo Peretta tras sacarse la primera foto con Bullrich.

Luego, el titular de SAFYB agregó: “Es inaceptable que haya sindicatos pobres con obras sociales fundidas y patrimonios de sindicalistas millonarios; y que las organizaciones piqueteras sean homologadas a sindicatos cuando no representan a asalariados sino a subsidiados que estimulan el pobrismo”. Entre los presentes lo escuchaba atentamente el hijo de Hugo Moyano, uno de los dirigentes gremiales más denunciados.

El nuevo aliado de Bullrich cruzó a la CGT: “Le pidieron al ministro de Economía que ´no venga con reformas ni ajustes’, pero las reformas son las que hacen falta y el ajuste hace dos años que los trabajadores lo sufrimos, porque el poder adquisitivo del salario se pierde, ya no minuto a minuto, sino segundo a segundo”.

NOTICIAS anticipó el desembarco sindical en el mundo amarillo. En febrero de este año, publicó los primeros mensajes entre Bullrich y algunos gremialistas. La titular del PRO tuvo la idea luego de leer con atención el libro Evolución sindical, del periodista Pablo Maradei. En la primera parte, se encontró con la entrevista a Peretta, quien exponía sus ideas sobre la nueva forma de conducción de los trabajadores. Un modelo moderno con un esquema más chico y prolijo, para evitar la corrupción sindical. No tardó en pedir su contacto. Diez meses después, cerró el acuerdo.

En medio de la división del radicalismo, el ala dura del PRO busca hacerse fuerte dentro de la coalición opositora. Y suma actores de un sector habitualmente esquivo: el sindicalismo.