Con el aislamiento social por la pandemia de Covid-19, hace 4 meses permanecen cerradas las 10 salas de juego estatales en la Provincia de Buenos Aires. Primero fue una medida preventiva para evitar contagios que tomó el gremio del sector, la Asociación de Empleados de Casinos Nacionales (AECN), y dos días más tarde una definición oficial.

El cierre de las salas impacta de lleno en los haberes. Es que los empleados cobran "Caja de Empleados", un fondo que se genera de las "propinas" que dejan los apostadores en mesas y "productividad", suma compuesta por el 8% de la ganancia de las máquinas tragamonedas de todos los casinos de la Provincia.

Con las persianas bajas hace 4 meses los empleados dejaron de percibir ambos componentes de carácter remunerativos que les implican, aproximadamente, la pérdida de la mitad de sus ingresos.

Por ello el gremio viene reclamando el pago de una Compensación para poder hacer frente a la situación de emergencia salarial que atraviesan.

"Somos parte del universo de empleados públicos que arrastra demandas insatisfechas y caída de salarios desde la gestión anterior. Y en este contexto de pandemia, dejamos de producir, lo cual agrava la situación", explica un comunicado de prensa difundido ayer.

Además la AECN remarcó que está "supliendo ese rol del Estado, entre otras cosas, brindando una ayuda alimentaria a las compañeras y compañeros que más sufren la crisis provocada por el Covid-19. Y confiamos en que este estado fuerte y presente no dilate más en el tiempo el cumplimiento estricto de nuestros derechos".