El Presidente debe atender la agenda de la clase trabajadora

El Presidente debe atender la agenda de la clase trabajadora

Luego de cuatro años para el olvido (del gobierno nacional anterior), sumado dos años de la Pandemia del Coronavirus, la clase trabajadora sigue aguardando señales concretas por parte del Presidente Alberto Fernández y la coalición de gobierno, en relación a la agenda de los activos en el país.

Existen temas en los que el actual gobierno, debe dar respuestas concretas que se traduzcan en acciones de gobierno y asimismo por quienes legislan en el Congreso Nacional. 

PARITARIAS: Por años, millones de trabajadoras y trabajadores vienen teniendo irrisorios aumentos salariales (habiéndose usado el salario como variable de ajuste de una política claramente antiobrera, implementada  por el gobierno anterior), como así también hubo actividades que directamente no tuvieron paritarias, hecho inaceptable (situación que ha deteriorado severamente, el poder adquisitivo familiar de los trabajadores de esos sectores, y que debe ser atendida con urgencia para regularizarla).

Claramente la inmensa mayoría de las paritarias, perdieron contra una inflación elevada, sumado a las sucesivas devaluaciones de la moneda que se dieron.

Con carácter de urgencia, hay que recuperar para las futuras discusiones salariales a la cláusula gatillo. Ella, es una importante herramienta que les permite a los trabajadores no seguir perdiendo su poder adquisitivo, hasta tanto quienes nos gobiernan, le pongan freno a una inflación que va por el ascensor, mientras que los salarios van subiendo las escaleras de rodillas.

CREACIÓN DE FUENTES DE TRABAJO: En el gobierno macrista, se perdieron miles de puestos de trabajo y se vieron afectados sectores de la economía que son quienes crean mayor cantidad de puestos de trabajo, como claramente son las Pymes. Para ello, hay que inyectar dinero en el bolsillo de trabajadores y de los jubilados, disminuir la presión tributaria, y controlar la inflación.

La economía argentina vive prácticamente de su mercado interno.

El digno pueblo argentino quiere trabajar.

Hay que implementar políticas de creación de fuentes de trabajo genuino, y acabar con modelos propios de Estados que apoyan formas de flexibilización laboral (esclavitud laboral moderna).

VIOLENCIA LABORAL: Hay varios proyectos de leyes para prevenir y sancionar la violencia laboral en el Congreso. Es necesario que se traten, se mejoren, y se apruebe la ley por consenso.

Muchos trabajadores (hombres y mujeres), se enferman y otros mueren por este flagelo.

Hay que actuar ya mismo, no solo basta con adherir al Convenio 190 de la O.I.T.

Argentina, debe aprobar una ley nacional contra la violencia laboral.

IMPUESTO A LAS GANANCIAS: Se debe terminar definitivamente saqueo al bolsillo de trabajadores y también de los jubilados, en relación a este impuesto nefasto, confiscatorio y regresivo.

El salario y la jubilación no son ganancia.

Que sí se lo cobren, a aquellas actividades que ganan millones en el país. Es hora de que se tome la decisión política que venimos esperando hace tiempo. No basta subir el piso y las escalas. Quienes trabajan y quienes se jubilados, definitivamente no deben pagar nunca más ganancias.

VIVIENDAS POPULARES: Hay que poner en marcha la construcción de planes de viviendas para quienes trabajan.

La clase trabajadora quiere llegar a su casa propia y pagarla, pero hasta ahora solo funciona como una fábrica de inquilinos, ante un Estado que le da la espalda a esta necesidad. Recordemos que el derecho a la vivienda está previsto en la propia constitución nacional.

Pues entonces hay que ponerlo operativo, y lograr que cada argentina y argentino, llegue al sueño de la casa propia, en un país con uno de los territorios más grandes del mundo.

OBRAS SOCIALES SINDICALES: los trabajadores deben poder contar con las obras sociales sindicales, que cuenten con los fondos que les corresponden para brindar atención de calidad no solo para los afiliados, sino también para su núcleo familiar.

Las obras sociales, deben ser estrictamente controladas, asimismo, para que se garantice que todas, cumplan con los marcos legales vigentes en Argentina.

Hay que ponerle fin, también, a la intervención de obras sociales de gremios que vienen desde hace años.

Las mismas, deben volver a ser administradas por sus propios trabajadores, y deben tener una mirada social, en vez tener una mirada económica simplemente como sucede en varios casos.

Las mismas, funcionan gracias a los aportes de los afiliados y los afiliados (aunque algunos de olvidan).

RESABIOS DE MODELOS DE FLEXIBILIZACIÓN LABORAL: Todavía hay actividades que funcionan en nuestro país, que tienen a sus trabajadores en situaciones de semi esclavitud, y que no cumplen con las obligaciones establecidas en los marcos legales laborales argentinos.

El Ministerio de Trabajo, debe intensificar sus inspecciones, para velar por el cumplimiento de la ley, y para aplicar las sanciones correspondientes a los infractores.

El Estado debe proteger el trabajo Nacional de taxis, remises, y deliverys, que desde hace tiempo, vienen siendo gravemente perjudicados en su trabajo y economía familiar, producto del funcionamiento de estas plataformas extranjeras que flexibilizan estas actividades, que generan competencia desleal, no pagan impuestos y buscan desregular el sistema.

Se debería también articular un plan de inspecciones masivas en todo el territorio nacional, por parte del Ministerio de Trabajo (con el acompañamiento del movimiento obrero), para combatir frontalmente el trabajo no registrado.

SALARIOS Y JUBILACIONES POR DEBAJO DE LA CANASTA BÁSICA TOTAL: El Congreso, debe avanzar en la aprobación de uno o más marcos legales, que garanticen que en Argentina, ningún trabajador y ningún jubilado, pueden tener ingresos por debajo de la canasta básica total (ese debe ser el piso), para así garantizar que no haya activos ni pasivos, que vivan en la pobreza y en la indigencia.

Pasan los gobiernos, y pasan muchos políticos que dicen ser peronistas en nuestra Nación.

Es tiempo que la doctrina peronista para ellos, principalmente, deje ser un lindo discurso electoralista o a veces simplemente demagógico, y para que pasen a ser hechos concretos.

Estamos en tiempos, en los que los lindos discursos ya no se soportan más.

Ellos deben ir acompañados, de gestión y de acciones que le mejoren la calidad de vida a cada habitante de esta hermosa Nación, bendecida por Dios en muchas cosas.

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