Marengo, la empresa santafesina propietaria de ese producto, argumentó su decisión por “fuerza mayor y falta de trabajo no imputable al empleador”. Además, adelantó que iniciará los trámites para pedir el Proceso Preventivo de Crisis, que le otorgará herramientas para cesantías temporales o despidos.
Cerca de 60 trabajadores de la empresa de golosinas santafesina Marengo, famosa por lanzar los caramelos “No hay plata”, inspirados en la frase del presidente de la Nación, Javier Milei, fueron suspendidos sin goce de haberes entre el 14 y el 27 de julio, lo que reavivó un conflicto laboral que comenzó a principios de año.
La decisión, comunicada a través de WhatsApp a los trabajadores, fue justificada por el área legal de la compañía que adujo “fuerza mayor y falta de trabajo no imputable al empleador”, basándose en los artículos 218, 219, 220 y 221 de la Ley de Contrato de Trabajo.
Precisamente, la firma de Rafaela señaló que atraviesa una situación económica-financiera difícil, influenciada por la fuerte caída en las ventas, así como por un siniestro en sus depósitos derivado de una tormenta ocurrida a principios de año, que destruyó mercadería almacenada.
Sin embargo, no sólo apelarán a las suspensiones, sino que desde Marengo anticiparon que reunieron la documentación necesaria para iniciar un Procedimiento Preventivo de Crisis ante el Ministerio de Trabajo. Esta carta le facilitará realizar ceses temporales o despidos.
El Sindicato de Trabajadores de la Industria Alimenticia (STIA) criticó que los empleados recibieron la comunicación por WhatsApp, a espaldas del gremio, y consideró la acción de “arbitraria y sin sustento formal”.
Agudización de la disputa
El STIA recordó que la compañía posee serios incumplimientos desde hace tiempo. De hecho, a principios de 2024, organizó una manifestación frente a la planta de Rafaela junto a referentes de la CGT local, el Sindicato de la Carne, Luz y Fuerza, UOM, SMATA, entre otras instituciones gremiales.
En ese marco de disputa, el gremio aceptó pagos desdoblados, reducción de jornadas laborales y recortes de salarios, pero reveló que la empresa incumplió con los acuerdos alcanzados.
En una conferencia de prensa del año pasado, el secretario general del STIA, Nicolás González, indicó que los empleados no cobraron vacaciones en tiempo y forma, recibieron sólo una parte de aguinaldo y sufrieron la incertidumbre del sueldo anual complementario de diciembre.
Tragicómico
Como si fuese una jugada de destino, Marengo alcanzó cierta popularidad con sus caramelos “No hay plata”, inspirados en la frase de Milei durante su discurso en la Asamblea Legislativa. El lanzamiento del producto tuvo una tremenda campaña publicitaria en redes sociales y medios de comunicación y lo promocionaron como “La bomba del verano” y contaban con el propósito de “sacar una sonrisa y endulzar el día” con un toque de humor ácido en medio de un escenario económico complejo.
La golosina presentó una gran variedad: caramelos duros, libres de gluten, surtidos, con sabor frutal y un toque ácido, destinados al mercado mayorista en cajas de 24 bolsas con cien unidades cada una.
En contraste, representantes sindicales destacaron la incongruencia de una empresa que invertía en campañas publicitarias virales mientras acumulaba deudas salariales y aplicaba recortes al personal en simultáneo.
Asimismo, los representantes de los trabajadores remarcaron que la crisis de Marengo excedía la coyuntura macroeconómica general y respondía a problemas de gestión de larga data.
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